Un paréntesis para abrazar la esperanza
Fue la poetisa brasileña Martha Medeiros quien, en su poema “La muerte lenta”, instó a apostar por la luz
Hoy pido perdón por hacer, en esta columna, un paréntesis para abrazar la esperanza. El año nuevo está surgiendo y prefiero aferrarme a su luz.
Tiempo habrá para tener que luchar contra las tinieblas, desenvainar las espadas contra el poder y beber en la copa del desconsuelo.
En la Navidad escogí para felicitar a los lectores unos versos del genial poeta español, García Lorca, asesinado aún joven por el franquismo, en los que anunciaba:
“Veremos resucitar las mariposas disecadas”,
Hoy, para despedir el año y celebrar el 2017, he escogido los versos de otro genio de la poesía, seguidor suyo, el chileno y Nobel de Literatura, Pablo Neruda, y un poema de la escritora brasileña Martha Medeiros.
En uno de sus poemas, al acabar el año Neruda escribió:
“Feliz año nuevo para mi patria en tinieblas”.
Eran las tinieblas de la dictadura de Pinochet.
También hoy, quiero desear feliz año nuevo, desde esta columna, para mi Brasil aún envuelto en la oscuridad de un futuro incierto.
Neruda instó, sin embargo, a los suyos a la esperanza en un momento difícil para su país:
“Vamos juntos,
está el mundo coronado de trigo,
el alto cielo corre deslizando y rompiendo
sus altas piedras contra la noche”.
Y añadía:
Este tiempo, esta copa, esta tierra, son tuyos
Conquístalos y escucha como nace la aurora”.
Neruda que sufrió, y quizás le envenenaron, por defender la libertad de su país, que sentía como suyo, estimulaba con sus versos a apostar por la esperanza.
También a mí me gustaría que todos los que amamos a Brasil, a pesar de nuestras visiones y pensamientos diferentes de cómo hacerlo, sintiésemos, por un instante, en este nuevo año, que este tiempo y esta tierra son nuestros.
Me gustaría que, aún en medio a las angustias por no saber a veces cómo ayudar al país a resucitar, o al disgusto e impotencia frente a quienes lo pisotean y saquean como si fuera solo de ellos, no perdiésemos el gusto por escuchar, al igual que el poeta, “como nace la aurora”.
Fue la poetisa brasileña Martha Medeiros quien, en su poema “La muerte lenta”, instó a apostar por la luz.
“Muere lentamente quien no gira el volante cuando está infeliz”.
“Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones”.
“Muere lentamente quien no arriesga lo cierto y lo incierto
para ir detrás de un sueño”
Soñar no es pecado. Soñar, hoy, y apostar por un 2017 mejor, tampoco lo es. Y si después nos equivocamos, habremos vivido un momento de esperanza en la que creímos.
Habremos saboreado, aunque equivocándonos, la magia de un instante de felicidad.
Un anónimo, que podemos ser todos, escribió así en un texto que circula en las redes sociales de Brasil:
Vive hoy!
Arriesga hoy!
Hazlo hoy!
No te dejes morir lentamente!
No te impidas ser feliz”.
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