Mejor darse un atracón de ‘chuches’ o dulces y lavarse los dientes que racionarlos
La propia saliva protege el esmalte de las caries si se la deja actuar y no se pica cada poco tiempo, algo que conviene recordar en esta época
Oriente, marzo de 2017
Queridos Melchor y Baltasar:
Espero que vuestras mercedes se encuentren en perfectas condiciones. Confío en que las merecidas vacaciones tras el ajetreo propio de las santas fechas hayan sido satisfactorias. Mi ausencia del pasado cónclave se ha debido a que un malhadado dolor de muelas me ha tenido postrado desde nuestra última cabalgata. Ni los clavos de olor ni conjuro alguno surtieron efecto, era peor que seguir la estrella en plena Operación Salida.
Mi dentista me ha preguntado que cuántos dulces nos comemos al día. Al explicarle que en cada casa que visitamos es de rigor probar el turrón, los polvorones y mazapanes que nos dejan los niños le dio tremendo sofocón. Por más que apelase a mi deber profesional como rey mago, no hubo forma de calmarlo. ¡¡Me ha diagnosticado seis caries!! Además de tratarlas intenta convencerme de que sustituya los dulces por frutos secos o turrones sin azúcar. Entre el dentista y el cardiólogo van a conseguir que pida la jubilación anticipada.
Con cariño,
Gaspar
¿Qué le pasó al rey mago?
Las bacterias que viven habitualmente en la boca usan los restos de comida como sustrato alimenticio. Como resultado de su metabolismo, producen ácidos, provocando una bajada brusca del pH en la cavidad oral. Esta acidificación ataca la capa externa de los dientes, el esmalte, el tejido más duro de nuestro organismo, produciendo una pérdida de la sustancia mineral del mismo que lo hace poroso y sensible a futuros ataques.
En condiciones normales, la saliva actúa como factor protector frente a esta desmineralización, neutralizando el pH y remineralizando el esmalte. La superficie dental queda intacta, pero es un proceso que dura aproximadamente 30 minutos. Si este ciclo se interrumpe, el pH continuará en rangos bajos; aumentando y/o prolongando la desmineralización del esmalte. Es el comienzo de una caries al impedir la natural auto-reparación
Para ayudar a los padres en la tarea de encontrar información útil, fiable y basada en la evidencia científica, y a la vez, crear una comunidad donde profesionales y familias se enseñen los unos a los otros, nació la web Mamicenter (evolución del grupo de Facebook El médico de mi hij@). En él, profesionales de todos los campos relacionados con la salud infantil atienden a las dudas que nos pueden surgir en el día a día de forma gratuita.
Los alimentos que producen un mayor descenso del pH son los azúcares e hidratos de carbono, los preferidos por las bacterias. Habremos de tener especial cuidado con ellos para evitar las caries. Dieta equilibrada y correcta higiene dental diaria son la mejor prevención frente a la caries; no es tan fácil que se produzcan. Se necesitan muchas bajadas de pH al día durante muchos días seguidos para que una caries comience.
Periódicamente recibimos en Mamicenter consultas por caries en edades tempranas, de padres que afirman que sus hijos “no toman chuches”. Entonces, ¿dónde está el problema? ¿Por qué es una de las diez enfermedades más prevalentes en el mundo? ¿Por qué el 25% de los niños de cinco años tienen al menos una caries?
El problema está en la forma de vida actual y en la cantidad de azúcar que consumimos sin darnos cuenta, sobre todo alimentos que en general se consideran saludables y no lo son, y que ingerimos con mucha frecuencia. Los zumos envasados, yogures, batidos y galletas forman parte de la dieta diaria de cualquier niño, alimentos que se consumen, además, varias veces al día.
La OMS recomienda que un niño de cinco años ingiera unos 15 gramos de azúcar diarios. Una ración de cualquiera de esos productos supera esa cantidad recomendada. Un yogur azucarado contiene 16 gramos; una taza de leche con cacao, 22 gramos; una sola galleta de las de toda la vida, 1,5 gramos...
Cada vez que comemos, aunque sea una cantidad mínima de uno de estos alimentos, se producirá la bajada del pH, que tardará una media hora en recuperarse como hemos explicado. Si volvemos a comer antes de que se recupere, volverá a bajar alargando en el tiempo este ciclo de desmineralización/remineralización e impidiendo la correcta reparación del esmalte.
Es muy frecuente ver a niños pequeños en su carrito chupando una galleta durante largos periodos de tiempo, o niños con un brick de zumo que le dan un trago, se van a jugar, y al rato otro trago...
En estas fechas de fiestas continuadas, comilonas, visitas familiares y vacaciones, si no podemos evitar el consumo de azúcares, deberemos limitar la duración de la ingesta y reducir la frecuencia. La típica bolsita de chuches, que todos los padres intentamos racionar evitando el “momento gremlin” y pensando que es mejor así para la salud… mejor que la coma entera y luego se cepille los dientes. Igual del atracón se le quitan las ganas durante un tiempo.
Aunque el azúcar no es saludable en ningún caso, queremos transmitir un mensaje de calma. Para que un niño tenga caries no es suficiente con que estos 15 días coma unos cuantos dulces navideños de más, siempre y cuando el resto del año controle esa cantidad de azúcares ocultos que realmente son los que producen caries.
Desde Mamicenter queremos que disfrutéis estas fiestas sin agobios.
Daniela Pasccon es odontóloga general, y Teresa Díaz Villalba es odontopediatra y ortodoncista.
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