_
_
_
_
PORQUE LO DIGO YO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

24 horas madridistas

Bolt es un superdotado que quiere ser normal. En cambio, Ramos y Morata nos inspiran porque son tipos imperfectos intentando ser mejores

Morata celebra su gol al Deportivo.
Morata celebra su gol al Deportivo.Francisco Seco (AP)

Este fin de semana, el Real Madrid se hizo humano. Jugó contra el Deportivo sin la BBC, o sea, con unos 200 millones de euros menos sobre la cancha, y encajó dos goles tontos. Pero acabó ganando por coraje. Ramos sentenció, como de costumbre, en el minuto 92, cuando los aficionados ya preparaban los insultos contra él, por el error que le había valido un gol al Depor.

También marcó el suplente Morata: golazo, por cierto. Y ni siquiera fue su actuación más memorable de la semana. Justo la noche anterior, Morata había pedido matrimonio a su novia durante un espectáculo de El Mago Pop en el teatro Rialto de Madrid. De rodillas, con aro y enfrente de todo el mundo. El vídeo de ese momento, que se ha hecho viral, es tan maravillosamente hortera que te arranca lágrimas: un ídolo de masas sin miedo al ridículo por amor (vale, Cristiano Ronaldo posa en calzoncillos en Instagram, pero eso es por narcisismo).

Mientras Ramos y Morata ofrecen ejemplo de superación, el atleta Usain Bolt pasa una faceta decadente. En entrevista con El País Semanal, insinuó su jubilación. Tras tanta medalla, al hombre más rápido del mundo le da pereza correr. "Estoy cansado. Ya lo he conseguido todo", dice. Resulta que triunfar mola, pero lo que Bolt quiere de verdad es salir de copas.

Bolt es un superdotado que quiere ser normal. En cambio, Ramos y Morata nos inspiran porque son tipos imperfectos intentando ser mejores. Los humanos nos parecemos más a ellos.

Este domingo, por una vez, me entraron ganas locas de ser madridista. Pero no se lo digan a nadie, que luego los Balones de Oro son para Cristiano.

Síguenos en redes sociales

| Twitter | Facebook | Google + | El Bot de EL PAÍS | Portada de Estilo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_