Gigi Hadid se viste de plata en su coronación como modelo del año
La estadounidense se alza con el galardón estrella de los Fashion Awards, gala que reunió anoche a las figuras más notables de la industria de la moda
El Royal Albert Hall, de Londres, extendió anoche su alfombra roja para celebrar uno de los eventos británicos del año: los Fashion Awards. En el teatro, uno de los edificios más emblemáticos de la capital de Inglaterra, se dieron cita grandes figuras de la industria de la moda y el entretenimiento como Donatella Versace, Lady Gaga, Kate Moss, Mario Testino, Alexa Chung y Alessandro Michele. Pero si hubo una protagonista indiscutible de la gran gala, presentada por el cómico Jack Whitehall, fue Gigi Hadid, ganadora del premio más importante: el de mejor modelo del año.
Hadid, de 21 años, competía contra su hermana Bella Hadid —además de Kendall Jenner, Adwoa Aboah y Lineisy Montero— por el galardón estrella de los premios británicos de la moda. Aunque ambas desfilaron la pasada semana para Victoria's Secret en París, Gigi Hadid lleva todo el año haciendo méritos para convertirse en la modelo de estrella de 2016. Fue la encargada de presentar los American Music Awards —con polémica incluida por imitar el acento de Melania Trump— el 20 de noviembre, ha lanzado su propia colección de ropa con la firma Tommy Hilfiger y, además, a finales de agosto debutó en la lista de Forbes de las maniquíes mejor pagadas del mundo gracias a unos ingresos de ocho millones de euros (que la colocaron en el quinto puesto).
Para la ocasión, Hadid eligió un sofisticado mono plateado con cola, de la colección primavera 2016 de Versace, y no olvidó en su discurso de agradecimiento saludar a las grandes figuras de la moda allí presentes que han acompañado su nacimiento como modelo, allí estaban desde la editora de Vogue Anna Wintour, el fotógrafo Bruce Weber y la estilista Carine Rotfield. "Soy de una generación inmersa en las redes sociales, y tengo la bendición de ser parte de ello", dijo la estadounidense entre sollozos, quien acumula 26,3 millones de seguidores en su Instagram.
Kate Moss se tomó selfies con Lady Gaga, mientras Mario Testino observaba. Alexa Chung acudió con un traje de chaqueta y pantalón de inspiración oriental con plumas amarillas en el bajo de las perneras. Entre los 4.000 invitados a la fiesta brillaron —con el permiso de los cristales de Swarovski, patrocinador del evento— personalidades de la talla de Karlie Kloss, Lara Stone, Lily Donaldson, Jourdan Dunn y Naomi Campbell, que llevaba un vestido de Alexander McQueen de encaje con un body que bien podría haber sido un traje de baño.
El evento —hasta ahora conocido como British Fashion Awards, pero que este año ha eliminado la primera palabra de su nombre— fue también la gala inaugural para recaudar fondos de la Fundación para la Educación del British Fashion Council, con el objetivo de becar a estudiantes de Diseño. Sin embargo, todos los focos estaban puestos en los ganadores: Alexander McQueen obtuvo el premio a la firma británica del año; Vetements, ganó el premio como la marca de lujo urbano, mientras que su cofundador Demna Gvasalia fue nombrado mejor diseñador internacional prêt-à-porter por su otro empleo como director creativo de Balenciaga. Gucci se alzó con dos trofeos: su director creativo, Alessandro Michelle —que acudió acompañado de su numen Jared Leto— fue nombrado mejor diseñador internacional de accesorios y Marco Bizzarri, director ejecutivo de la firma, mejor líder internacional de negocios. Ralph Lauren proyectó un cortometraje de 10 minutos con homenajes familiares y una emocionante banda sonora al recoger el galardón al logro sobresaliente. Además, hubo un reconocimiento especial para la edición británica de la revista Vogue por cumplir su primer centenario.
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