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Cómo es posible que Miguel Ángel Muñoz tenga estos abdominales sin ir al gimnasio

En una sesión para ICON, el ganador de 'MasterChef Celebrity' exhibe su fibroso y esculpido cuerpo. Y desvela su secreto

El actor, posa en exclusiva para ICON justo después de que el fotógrafo le haya contado un chiste.
El actor, posa en exclusiva para ICON justo después de que el fotógrafo le haya contado un chiste.Daniel Alea

Hay dos cosas que el actor y ahora ganador de MasterChef Celebrity Miguel Ángel Muñoz (Madrid, 1983) tiene claras sobre su cuerpo: ni se va a depilar ni va a pisar un gimnasio. Lo primero queda claro al ver las fotos que acompañan este reportaje para ICON Sport. Sobre lo segundo hay que indagar un poco más. "Nunca me ha gustado el gimnasio. Me gusta el deporte: jugar, competir...", nos comenta. La pregunta es: ¿cómo es posible tener ese físico fibrado de manera algebraica (en especial los abdominales) sin pisar un gimnasio? El actor lo atribuye a la práctica de varios deportes: corre, hace surf, juega al fútbol (con los veteranos del Real Madrid) y, sobre todo, practica yoga.

Es esta última actividad la que le ha cambiado la vida. "Llegue al yoga porque me lo recomendaron para paliar unos problemas de espalda y cervicales", señala. Lo practica desde hace tres años y casi a diario. Mínimo cuatro días a la semana, pero algunas hasta seis. Como vive, por asuntos de trabajo, a caballo entre Los Ángeles y Madrid, se adapta a la especialidad de cada zona. En España practica el bikram yoga y en Los Ángeles el hot yoga. Los dos consisten en ejercitarse en el yoga en una sauna a 42 grados de temperatura. La diferencia entre las dos son los movimientos que se realizan. Incluso ha hecho el llamado reto de bikram yoga: 30 días seguidos practicando yoga en un aula a 42 grados de temperatura, una hora y media cada día, seis posturas diferentes

Daniel Alea

A pesar del tiempo que le dedica a estas actividades, el actor dice no estar obsesionado con su físico. “Desde hace años me preocupa más lo que me pasa por dentro que por mi aspecto. Para mí, lo importante es sentirse bien con uno mismo; antes me llevaba incluso la ropa del personaje a la calle, a mi modo de vida, pero todo esto cambió y ahora vivo más relajado, más maduro”, nos comenta.

Muñoz asegura que al correr se fortalecen las piernas y los abdominales. Después de practicar running, acude al bikram yoga, "que tonifica todos los músculos después del esfuerzo del running".

En cuanto a la comida, se esfuerza por llevar buenos hábitos. "Me gusta cocinar en casa, un pollo a la plancha o unas verduras. En Los Ángeles tomo muchos zumos naturales, que allí los preparan muy bien”. En una entrevista en vivesaludable señaló: "Me encantaría ser vegano o vegetariano, pero me gusta demasiado la comida y no lo consigo".

Se enfrentó al 'reto de bikram yoga': 30 días seguidos practicando yoga en un aula a 42 grados de temperatura, una hora y media cada día, seis posturas diferentes

Afirma que desde que practica yoga el cuerpo le pide verduras, hortalizas, fruta… Pero hace excepciones: en una de las pruebas de MasterChef Celebrity confesó que el plato que le remite a su infancia es el cocido madrileño. "Y lo sigo comiendo. De hecho: lo tomo incluso en verano", añadió.

Fue en Los Ángeles donde se atrevió con el crossfit, un deporte que enloquece a los estadounidenses. “Flipé al ver lo motivada que está la gente, aunque no sé aún si me gusta. En Los Ángeles veo que se practica de manera un tanto excesiva”, reconoce el actor.

Daniel Alea

El surf le engatusó hace cinco años también en Los Ángeles. “Llegué a este deporte a través de un amigo mexicano. Empecé en las playas de Venice Beach, que son más relajadas y menos pro que las de Malibú. Aunque no soy profesional tengo que practicarlo casi por necesidad cada vez que estoy en Estados Unidos, ya que allí el surf está en todos los lados”, confirma.

Daniel Alea

En las calles de Venice Beach las tablas de surf se imponen últimamente a los patines. La clave, más allá de las modas, está en la esencia más pura que ofrece este deporte. “Me ha enseñado a disfrutar del mar al cien por cien, a concentrarme esperando la ola, buscándola de manera relajada o peleándola para poder cogerla; el surf me da paz, es un deporte muy íntimo, es estar solo con uno mismo”, relata Muñoz al referirse a la sensación calmada de estar remando aislado sobre tu tabla.

Una pausada espera de la ola perfecta donde hacer un inteligente cutback –cambio de dirección rápido y limpio–, y después sentirse un centauro de sal. “Sobre la tabla yo conecto con una soledad diferente, pero de una manera positiva. El surf me permite integrarme con el ambiente, las vistas, el mar, el contacto con el agua, los atardeceres; se pasa mucho tiempo sentado en la tabla concentrado y esperando la ola. A veces no he cogido ninguna en toda la tarde y he sido el hombre más feliz del mundo”, cuenta entusiasmado al evocar el momento.

Muñoz lleva varios años con una vida profesional inquieta, entre Estados Unidos y España. Allí tiene pendiente el estreno de una película, What about love, junto a Sharon Stone y Andy García. Aquí, estuvo con la serie de televisión Sin identidad y con MasterChef Celebrity, donde ganó gracias a su pundonor y pasión.

Me concentro esperando la ola, buscándola de manera relajada o peleándola para poder cogerla; el surf me da paz, es un deporte íntimo, es estar solo con uno mismo”

“Los Ángeles es una ciudad de extremos, hay gente que se cuida mucho y otra que no lo hace nada", señala. Positivo y rebosante de energía (como desmostró en MasterChef Celebrity), el romance de Miguel Ángel Muñoz con el mar se afianzó cuando vivió en México durante un año. Allí practicó el kitesurf (surf con cometa) más duro y técnico, pero en el que encontró también motivación para luchar con la cometa.

Me concentro esperando la ola, buscándola de manera relajada o peleándola para poder cogerla; el surf me da paz, es un deporte íntimo, es estar solo con uno mismo”

¿Y el fútbol? “Entreno siempre que puedo con los veteranos del Real Madrid en Valdebebas (Madrid). Si no tengo trabajo, no me pierdo la pachanga de los martes y los jueves”. Es su particular mar de calma en tierra firme, cuando viene a Madrid y se reencuentra con su origen más tangible, pues en los últimos tiempos, además de en México y Estados Unidos, también ha vivido en París. Fue el año pasado. “Me fui a aprender el idioma y al final me quedé por más tiempo”, aclara sobre su estancia en la capital francesa, donde es bastante conocido gracias a la serie Un paso adelante, 15 años después de su estreno en España.

“En Francia la han emitido varias veces y todos somos muy conocidos”, explica. Esa fama le ha llevado a trabajar en la televisión francesa, dentro del programa Danse avec les stars –un espacio tipo Mira quién baila, pero con deportistas de élite y profesionales– en el que Miguel Ángel quedó en muy buen lugar. “No soy bailarín, pero siempre me gustó. Cuando llegué a UPA Dance resultó duro, pues todos eran profesionales del baile menos yo”, recuerda sobre el fenómeno televisivo que le convirtió en icono adolescente.

“Lo que vivimos con aquello fue muy fuerte, mucho más que Al salir de clase, donde también trabajé. En UPA Dance había de todo, desde el fenómeno de un grupo musical al éxito de una serie de televisión. Lo disfruté, pero ahora lo veo y no me reconozco, soy una persona totalmente diferente”, reflexiona el actor sin la sensación de huir del cliché de tipo macizo que le acuñaron en su adolescencia. ¿Hemos dicho su fama de tipo macizo? Sí: lo sigue siendo con 33 años.

Este reportaje, que se publicó en el número 2 de ICON Sport, ha sido actualizado.

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