Bravo por la música
Llamando a la puerta la conmemoración de Santa Cecilia, patrona de los músicos, resulta gratificante hacer una reflexión sobre un arte tan antiguo como la humanidad. La música es comunicación universal y reniega de fronteras y muros. No entiende de razas, religiones, sexos ni culturas cerradas. No entiende de egoísmos y sí de solidaridad. La música es sueño, poesía, lágrima, beso, alegría, ilusión, suspiro, sensibilidad, tolerancia, fuerza, pasión. Si nuestros políticos se juntaran no solo para hablar y hablar sino también para cantar y bailar, seguro que encontrarían mejores soluciones para los problemas que nos rodean. Y ante las dificultades: “Mueve tus caderas cuando todo vaya mal” (Burning).— Manolo Romasanta Touza. Sigüeiro (A Coruña).
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