Motivación y deporte
El otro día pasé por al lado del campo de fútbol de mi ciudad y escuché cómo el entrenador gritaba de forma humillante a los niños para que rindieran más. Los padres que observaban la escena no solo la permitían, sino que la secundaban.
La motivación en el deporte se suele confundir con presiones no sanas y gritos ofensivos. Sin embargo, yo he tenido muy buenas experiencias en equipos liderados por entrenadores que jamás nos tuvieron que insultar para que funcionásemos de forma óptima. El problema está en que se confunde jugar bien con obtener resultados favorables en partidos o competiciones.
Lo que hay que hacer es promocionar una competencia sana y armoniosa. Los entrenadores deberían tener en cuenta que son referentes para esos niños, con lo que pueden normalizar ese trato y ese modo de relacionarse y ponerlos en práctica en su vida diaria.— Irene Lucena Marín. Viladecans (Barcelona).
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