Limpiando conciencias
Mi madre pronto cumplirá 52 años. Tras más de tres décadas de duro trabajo le diagnostican sarcoidosis, una enfermedad rara y crónica, que no le permite trabajar. No fue elección suya. Igual que no fue su elección ser empleada del hogar. La vida le llevó a serlo. Y no es su elección el no poder tener paro y tener que malvivir hasta poder optar a una jubilación que le queda muy, demasiado, lejos. Esa fue elección de los políticos para los que las empleadas del hogar de este país son invisibles. Y como saben, es inútil apelar a la conciencia de los políticos, por eso, ya que puedo, elijo apelar a la de ustedes. ¿Por qué? Porque esta enfermedad tiene como factores las bacterias, el polvo y los químicos. Es decir, su trabajo. Y no fue su elección usar lejía con amoniaco durante años. Una mezcla química altamente peligrosa que muchos sugerimos para una limpieza “a fondo”.
Apelo a su conciencia para que no sugieran a sus empleadas del hogar usar productos que ustedes no usarían. Su casa seguirá estando limpia, y su conciencia también.— Fatima Zohra Berouain Saheb. Barcelona.
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