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DEFENSORA DEL LECTOR
Tribuna
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Luz sobre Parla

Un reportaje sobre el drama de 270 familias de la ciudad madrileña, sin electricidad desde hace un mes, omitía datos importantes

El edificio ocupado en Parla.
El edificio ocupado en Parla.Jaime Villanueva

Los periodistas rara vez podemos abordar un tema de forma exhaustiva. Pero todo reportaje tiene que recoger los datos esenciales del tema que trata. Y esa carencia le achaca un lector de Parla al reportaje Apagón para 270 familias, publicado en el cuadernillo de Madrid el pasado lunes. En él se abordaba la situación de los vecinos de un edificio de esa ciudad de la Comunidad de Madrid, de 125.000 habitantes, que llevan un mes sin luz, al habérseles cortado el suministro por una deuda de medio millón de euros.

El artículo resume la historia del polémico y gigantesco inmueble construido a instancia del exalcalde socialista de Parla Tomás Gómez para ofrecer alojamientos baratos a los jóvenes, y okupado después por mafias relacionadas con las drogas. Una situación que ha sido un quebradero de cabeza para los sucesivos regidores socialistas de Parla, que acabaron por ceder la gestión del inmueble a la Fundación Todo Ayuda a cambio de 130.000 euros anuales, hasta que la corporación del PP rompió el convenio existente.

El texto no aclara qué porcentaje de okupas siguen en el edificio, habitado mayoritariamente por inmigrantes marroquíes. Y los tres vecinos que aceptan hablar, aunque sin dar sus nombres, aseguran haber pagado los recibos de la luz.

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Juan Luis Rodríguez, el lector de Parla anteriormente citado, califica la información de muy incompleta ya que, señala: “El origen del problema es la ocupación ilegal. Si ese edificio no estuviera ocupado, todo el mundo tendría su contrato de alquiler, todo el mundo tendría sus facturas de la luz y del agua... Pero no es así”. Y añade: “Fruto de un infructuoso acuerdo con esa ONG que se cita, en el último año les dieron cobertura para seguir okupados sin pagar la luz (ni alquiler, ni nada) con la excusa de la mediación. Ya les cortaron la electricidad hace más de un año y en la práctica el Ayuntamiento había decidido pagarles la luz para que estuvieran callados y no salir en los medios. Como hizo Trías [exalcalde de Barcelona] con los okupas de Barcelona. De solucionar, nada de nada”.

El reportaje no consigue aclarar un caso sumamente complejo 

Vicente G. Olaya, redactor jefe de la sección de Madrid que encargó el tema a una redactora en prácticas, defiende la coherencia del texto. “El reportaje sobre el bloque de viviendas de la calle de Toledo, en Parla, donde residen 1.200 personas, intentaba contar a los lectores, con el mayor detalle posible, qué estaba ocurriendo en este edificio. La periodista detalla claramente que se trata de viviendas okupadas, pero que una buena parte de ellas —no fuimos capaces de aclarar cuántas— pagaban un alquiler social a la Fundación Todo Ayuda que tenía un convenio con el Ayuntamiento para gestionarlas”.

“No se oculta en el reportaje”, continúa Olaya, “que el bloque fue ocupado por ‘las mafias relacionadas con las drogas’, y que la promotora quebró. En la noticia en papel, la redactora habla con el Ayuntamiento de Parla, con la Comunidad, con algunos vecinos que se niegan a dar su nombre, y con la Sareb (banco malo, que gestiona el crédito que pidió la constructora para levantar el bloque). En la versión web, también se añaden declaraciones de la Fundación Todo Ayuda”.

“Sin duda”, concluye, “la periodista podía haber recabado más voces, pero el reportaje se centraba en contar los problemas de esas personas que llevan un mes sin luz. Esa era la historia, si bien, podíamos haber extendido el reportaje a otras derivadas: el lío político, la inseguridad de la zona, y si esta se debe a la existencia de este bloque”.

Aunque ese fuera el objetivo del reportaje, la evidente complejidad del tema ha llevado a la redactora a desviarse de él, buscando información sobre la propiedad del edificio, la posición del Ayuntamiento respecto a la deuda, o de la Comunidad de Madrid. Hubiera sido importante explicar también cómo se ha generado la abultada deuda con la compañía eléctrica. Y aclarar en la medida de lo posible en qué ha consistido la gestión de la Fundación Todo Ayuda para regularizar la situación de los ocupantes del edificio. Creo que un tema tan complejo hubiera requerido más tiempo de elaboración.

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