Armas y libertad
Los tiroteos se suceden estos días en Estados Unidos. Unos, supuestamente por terrorismo, y otros por individuos que, de forma independiente, deciden que es lo mejor que pueden hacer. Lo común en todos ellos es que pueden disponer libremente de armas de fuego. Los defensores de las armas sostienen que su restricción constituiría un déficit de libertad, porque las quieren para proteger a sus familias. ¿Protegerlas de quién, de gente como ellos, que las poseen? La verdadera amenaza para la libertad la constituye el hecho de que en un Estado democrático y de derecho, en el que la seguridad debe estar garantizada por los servicios públicos, cualquier ciudadano pueda disponer de armas de fuego. Es una amenaza para todos, y especialmente para el que no desea tenerlas. Estados Unidos es un gran país, envidiable en muchos aspectos, pero mantiene algunos usos que no parecen compatibles con un Estado moderno y civilizado. Y la permisividad con las armas de fuego no es el único.— Napoleón Pérez Farinós. Benalmádena (Málaga).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.