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Tentaciones

"Salir con una estrella como Natalie Portman era surrealista y cómico"

Devendra Banhart pasó de icono del folk espiritual a poster boy de lo hipster. Entre medias, probó los sinsabores de salir con la estrella de Hollywood

En la casa de Devendra Banhart de Echo Park (Los Ángeles), no están permitidos los zapatos. Por eso, el músico de 35 años nos recibe descalzo. Allí ha grabado su nuevo disco, Ape in pink marble, y asegura que le gusta vivir en esa zona porque es un barrio latino, poblado por artistas que se odian entre ellos y algunos gánsters mexicanos ya retirados. Le gusta hablar en español con los vecinos, ir andando al supermercado y escaparse a eventos glamurosos relacionados con la moda y el arte. Asegura que nunca lee las entrevistas que hace, pero que esta le apetece leerla.

Vives en un barrio obrero latino pero gentrificado, casi un poco como tú mismo, que empiezas tu carrera en 2002 siendo un artista independiente pero que ahora publicas en una de las discográficas más potentes del mundo ¿Qué ha pasado para que ocurra esto?

«En 300.000 años de raza humana, culturalmente nunca hemos molado tanto»

Yo solamente quiero trabajar con personas que me dejen hacer lo que quiera, pero que no me mientan si no les gusta lo que estoy haciendo. Hace unos años, la música estaba pasando por un periodo muy gris en el que algunas discográficas independientes querían ser comerciales y las comerciales pretendían ser indies, como si no importase lo verdaderamente artístico. Pero siento que por suerte eso ya ha pasado. Es más, siento que el mundo nunca ha sido tan guay como lo es ahora. En los 300.000 mil años que la raza humana ha estado en el planeta, de los cuales solamente 6.000 son la cultura que conocemos, este es el momento en el que hemos molado más. 

Pues a mí me da la sensación de que el mundo está fatal. Siendo venezolano y viviendo en EE UU ¿No te parece que la situación actual es complicada?

Claro, yo me refiero sobre todo al contexto de la cultura. Por primera vez en la historia, generaciones de hombres y mujeres homosexuales ya no tienen que esconderse, y vivimos un periodo sin guerras mundiales. Ya sé que todavía hay gente que tiene que ocultar su sexualidad, que son asesinados, mujeres castigadas por expresar su feminidad en lugares como Pakistán... pero creo que por fin estamos haciendo avances positivos en todos estos campos. Por eso digo que el mundo es ahora más guay que nunca. Pero sé a lo que te refieres y, en ese sentido, es cierto que estamos viviendo el tiempo más oscuro en el que jamás hemos estado. En Venezuela, hace tan solo unos días, pudimos por fin llevar leche y medicinas a bebés enfermos, muchos de ellos con sida, que no tenían comida ni tratamiento. 

David Gómez

Supongo que te refieres a lo que obtuviste del concierto benéfico por Venezuela que hiciste en mayo en Los Ángeles, ¿verdad?

Sí, hice un concierto pequeño en el que conseguí recolectar 8.000 dólares que gastamos en comida y medicinas. Mi primo es un médico venezolano que trabaja en Nueva York y él me ayudo a comprarlo todo. Se lo enviamos a nuestra tía que vive en Caracas. Cuando llegó al hospital, la policía la paró y le querían confiscar todo para quedárselo ellos. Mi tía empezó a llorar y a gritar: "¡¿Cómo están ustedes de locos para hacer esto?!". Al final, mi tía llamó a una persona que tiene un puesto político y le dijo: "Tenemos fotografías de la policía intentando quitarnos medicinas para los niños en un hospital y las vamos a publicar en Facebook". Así que la policía paró y dejó que se hiciera la entrega a los bebés. Pudimos ayudar un poquito, pero aún hay mucho por hacer en Venezuela. El presidente no representa a la gente, tiene el poder militar y del gobierno y no está dejando que el resto del mundo lo ayude. La gente se está muriendo, se están robando entre ellos, están vendiendo lo que pueden en el mercado negro... El plan es hacer más conciertos benéficos en Nueva York y Miami, donde hay mucha comunidad latina.

¿Y Estados Unidos? ¿Cómo te sientes al vivir aquí? Porque la situación es muy delicada sobre todo para los latinos como tú en el caso de que Donald Trump sea presidente.

Lo de Estados Unidos es como una comedia que no tiene gracia. Es demasiado. Lo único bueno que ha traído Trump es que la gente se ha unificado y movilizado, ha despertado a personas que no querían participar en el sistema, como por ejemplo a artistas como yo. Mi actitud cuando era más joven es que todo me daba igual porque el sistema estaba fastidiado, pero ahora entiendo que hay que movilizarse para que esta persona no sea presidente.

Siendo una persona muy espiritual, me intriga saber cómo te sentiste al tener una relación con una estrella de Hollywood como Natalie Portman y todo lo que eso conlleva. Es como si no encajase con lo que tú eres.

«Cuando era más joven me daba todo igual. Ahora entiendo que hay que movilizarse»

Claro que no, ese mundo no se corresponde en nada con lo que tiene valor para mí. Esa relación tenía que ver con la persona. Y la persona era muy, muy, muy inteligente, muy bella, muy dulce, muy sabia y muy responsable. La única cosa que a ella le importaba era su arte, su trabajo. Y compartía el dinero que ahorraba con colegios en África. Es que... casi me pongo a llorar, [se le saltan las lágrimas]. Siempre me afectaba tanto, me inspiraba tanto... Te doy un ejemplo, para que veas lo increíble que es. En Hollywood, cuando alguien es nominado para un premio importante, la tradición es mandarle regalos. Relojes caros, joyas, incluso coches. Y ella, desde antes de que yo la conociese y seguramente hasta hoy, tenía la regla de que en vez de darle regalos donasen ese dinero a organizaciones caritativas. Lo hace totalmente de corazón, no para que se sepa. Mi relación tenía que ver con la persona, todo lo que vino con eso no solamente no me importó, sino que no me gustó para nada. Era totalmente surrealista y cómico. Cuando esa relación terminó no sentí que había perdido el acceso a un mundo increíble. Todo ese universo no me importaba en absoluto.

¿Y eso te afectó?

«Todo lo que conllevaba salir con una estrella como Natalie Portman era surrealista y cómico»

No lo sé... ¡Fue hace mucho tiempo! Ese mundo hollywoodiense era solo un producto de esa relación y la única vez que traté de participar en ello falló terriblemente. Estaba caminando por Nueva York y vi que me estaban tomando fotos, así que me quedé como... "¿Qué quieren?... ¡Ah, claro! ¡Piensan que voy a ir a ver a Natalie!". Entonces vi un sex shop al otro lado de la calle y me metí. Yo quería hacerme una falda de penes para un espectáculo que estaba preparando. Compré 40 dildos de goma y unas gafas de esas con un pene en la nariz. Y salí con ellas puestas de la tienda. Me hicieron un montón de fotos y me encantó, me parecía muy gracioso. Pero la cosa se me fue de las manos, empezaron a perseguirme y me tuve que esconder en un bar durante horas. Después de eso nunca más participé en ese show.

Ahora que has dicho lo de los penes, ¿cómo ves el papel de la mujer dentro de la música? ¿Crees que hay sexismo?

Las mujeres tienen que navegar por un mundo lleno de hombres heterosexuales que están en el poder. Por eso muchas mujeres son explotadas y usadas, igual que en Hollywood. Lo hemos visto recientemente en el caso de Kesha [que acusó a su productor por agresión sexual y perdió el juicio]. Eso no significa que todos los hombres heterosexuales sean malos, pero es la historia de la sociedad patriarcal. Los hombres siguen promulgando la objetificación de las mujeres en la música. Te voy a dar dos ejemplos: por un lado tenemos a la compañía grande de música que trata a la mujer como un producto y le dice: "No vas a escribir tus canciones, casi no vas a cantar, enseña un poquito más las tetas, no digas nada político, no des tu opinión, así es como te vas a vestir y nuestro trabajo es que vendas, vendas, vendas...". Y en el otro lado, se me viene a la mente Patti Smith. Sí, tenemos a Patti Smith.

Devendra Banhart toca este viernes, 30 de junio, en Barcelona (Vida Festival) y el domingo en Madrid (Las Noches del Botánico) 

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