8 fotosUn gato, una chica, un cóctel y un cuadro en La fiambreraUna galería madrileña muestra más de medio centenar de obras de Shag, una suerte de catálogo de este artista, representante del Lowbrow Madrid - 15 sept 2016 - 16:08CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlace'Pousse Cafe', 2016. Shag señala la complicación de la preparación de este cóctel ya que el barman tiene que cuidar que se distingan las rayas que dibujan las distintas bebidas alcohólicas que se utilizan. El artista ha vestido a la chica a juego con el cóctel.ShagAdemás de las obras creadas para la exposición, en 'Drinking Spree' se muestran 50 serigrafías de la colección particular de Shag, pruebas de artistas descatalogadas que forman un completo catálogo de la obra de este dibujante californiano representante del Lowbrow, también conocido como surrealismo pop.Claudio Álvarez'Painkiller', 2016. El cóctel de esta pintura se sirve en un vaso con forma de ídolo polinésico, como los que Shag tiene, objeto típico de la cultura tiki que tanto le influyó tanto para sus ilustraciones como para su música. El artista reconoce que el hecho de que pasara ocho años de su infancia en Hawaii le marcó, esas imágenes son recuerdos que se quedaron en su subconsciente.Shag'Pink Lady', 2016. Los elementos que son el 'leitmotiv' de 'Drinking Spree', lo son, junto con otros, de toda su carrera. Las mujeres, en muchos casos, son las protagonistas de sus composiciones ocupan la parte central y las acciones ocurren en torno a ellas, que incluso pueden estar representadas a escala un poco mayor que el resto de los elementod del cuadro.ShagShag retratado en la galería madrileña La fiambrera donde expone hasta el 5 de noviembre. Este artista y músico californiano es uno de los máximos representantes del Lowbrow, una corriente también conocida como surrealismo pop que surgió en California a finales de los setenta.Claudio Álvarez'Shrunken Skull', 2016. Los gatos son otra constante en las creaciones de Shag. Estos animales, en realidad, no le gustan, lo que sorprende a sus conocidos. "No tendría un gato como mascota", afirma, pero le gusta su figura: "Son estéticamente bellos para ser representados".Shag'Three Dots and a Dash', 2016. Otra obra con nombre de cóctel, como todas las que a realizado a propósito para esta muestra madrileña, donde el color forma parte de las fiestas que pinta Shag como un protagonista más, le da brillo, luminosidad y alegría a las obras. Ha desterrado de su paleta el negro, confiesa que no existe este color en sus pinturas, sí, en sus serigrafías. "Lo que parece negro es morado muy, muy oscuro".ShagLas obras de Shag tienen un toque inquietante, parece representar la calma antes del caos. Él explica que aunque en la escena principal parezca que no ocurre nada, siempre se guarda alguna pista en algún rincón, o algo que se ve a través de la ventana o en la televisión que indican que algo ha ocurrido o va a ocurrir.Claudio Álvarez