Móviles y seguridad
Hace pocos días estuvo a punto de estrellarse con mi coche un joven ciclista que además de ir por dirección prohibida iba conduciendo ensimismado con el móvil. Hace unos días por poco no atropello a un perro que escapó al control de su dueña, también muy joven, que adivinen con qué estaba distraída; pude comprobar cómo los dos siguieron, tras los accidentes frustrados, con su atontamiento movilizado. Muchos de los que están leyendo esto podrían contar experiencias parecidas. Como resulta que los niños de ahora llevan móviles antes que dientes, algo se debería hacer en su educación para que su uso no sea un riesgo para la seguridad vial.— José Miguel Grandal López. Cartagena.
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