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Ciudad Rodrigo y el teatro para todos

El grueso del programa está destinado a los adultos, pero este año ha dedicado también buena parte a los niños

Niños y niñas se empoderan en algunos eventos que si bien no están pensados específicamente para ellos, cada vez van cediendo más espacio a este público en crecimiento y renovación continua. Tal es el caso de la Feria de la Feria de Teatro de Castilla y León, cuya 19 edición se ha celebrado en Ciudad Rodrigo (Salamanca) entre el 23 y el 27 de agosto.

El centro de interés de esa feria está en el trabajo de las compañías del oeste peninsular, con especial atención a la creación en Castilla y León, Extremadura, Galicia y Portugal. El grueso del programa está destinado a público adulto, sin embargo, este año ha dedicado buena parte del programa a los infantes y a los adultos que les acompañan.

Ese es el reto, el teatro para niños debe de interesar al adulto, como ocurre con cualquier propuesta de calidad sin distinción del público al que va dirigido. Así, se pudo ver a niños y mayores desternillándose por igual en el espectáculo Retahilando, de la artista madrileña Eugenia Manzanera que tejió, acompañada por el músico Iovis Fernándes de la Cruz, una propuesta plagada de canciones, retahílas, juegos de palabras, poesía , mucho humor y un derroche de ingenio e inteligencia. Un espectáculo para niños que fue aplaudido y celebrado con el público en pie, por niños y mayores y que tras el recuento de votos, emitidos on line por los espectadores agrupados en la asociación Amigos del Teatro de Ciudad Rodrigo ha sido reconocido como Mejor Espectáculo Infantil.

Ocurrió algo parecido con Wasteland, de la compañía belga Cirque Barbette, cuya función llenó de público de todas las edades el impresionante claustro de la catedral. No se trata de un montaje dirigido a una edad determinada pero las acrobacias precisas y limpias, los equilibrios imposibles de la joven artista Rosa Matthis ejercen la misma capacidad hipnotizadora sobre niños que sobre adultos. Incluso el difícil público de la franja de edad adolescente permaneció expectante y sin pestañear durante toda la función.

Cada vez más hay expertos que inciden en que las artes escénicas deben de llamarse así sin el apéndice de la edad a la que van dirigidas. La denominación “teatro infantil” quedó en desuso a final del siglo pasado para dar paso a la de “teatro para la infancia” y a día de hoy esa empieza a cuestionarse en foros especializados. Claro que hay un teatro no apto para niños pero la duda sobre la denominación anterior pretende acentuar el hecho de que el teatro pensado para niños si es bueno, interesa también al público adulto.

Las ferias de teatro en España así lo demuestran. Son eventos abiertos a todos los públicos y a los profesionales de la gestión cultural. Programadores de todo el país acuden a estos eventos a ojear montajes susceptibles de ser programados en sus espacios (teatros, centros culturales, auditorios…). Son 16 ferias repartidas por todo el territorio nacional y buena parte de ellas contemplan la programación infantil, amén de las específicas para este público. La de Ciudad Rodrigo puede ser paradigma de esta evolución a favor de los espectadores más precoces. Más del 43% de los trabajos mostrados son aptos y solo a la actividad paralela, los talleres Divierteatro, han asistido unos 3.500 niños.

Las colas ante las puertas de los 16 escenarios utilizados en la feria se han sucedido a lo largo de cinco días, pero si las de la noche estaban integradas por adultos, a la luz del día el protagonismo ha sido sin duda de niños y niñas.

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