Dicen que es el lugar más cruel de la Tierra. Situado entre Etiopía, Eritrea, Yibuti y el mar Rojo, el desierto salado del Danakil es de una belleza deslumbrante. Y también lo más parecido al infierno. En este rincón único, científicos españoles y franceses buscan los secretos del origen de la vida.
Formaciones hidrotermales en lo más alto del Dallo, una mezcla de agua caliente, magma y minerales. El aire huele a azufre y al amanecer la temperatura sobrepasa
ya los 30 grados.Olivier GrunewaldUna científica toma muestras en un manantial permanente a los pies de las gigantescas formaciones de sal.Olivier GrunewaldEn su laboratorio sobre el terreno, el profesor García-Ruiz analiza las muestras obtenidas de líquidos y cristales del Dallol.Olivier GrunewaldFormaciones naturales creadas por la sal del infierno del Dallol a gran temperatura. Olivier GrunewaldFormaciones de sal.Olivier GrunewaldFormaciones naturales de Dallol. Olivier GrunewaldLas caravanas de los afar transportan la sal.Olivier GrunewaldPara alcanzar las zonas más activas
de la montaña de sal
los científicos atraviesan lagos salinos de
gran fragilidad.Olivier GrunewaldLos científicos Purificación López-García y Ludwig Jardillier realizan mediciones en el Dallol.
Olivier Grunewald