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CON PERDÓN

Cristina Rodríguez: “Lo bueno de la edad es que ya no tienes que fingir ser otra”

Tiene a sus espaldas más de 60 películas como diseñadora de vestuario. Conocida por el público por su trabajo en la tele, la estilista reniega de los políticos y reivindica el feminismo

Cristina Rodríguez, con kimono de Amores Eternos y zapatos de Lola Cruz, en una calle de Madrid.
Cristina Rodríguez, con kimono de Amores Eternos y zapatos de Lola Cruz, en una calle de Madrid. ALEX ONCIU
Elisabet Sans

Aunque el público la conoció en 2006 por su trabajo en el programa Supermodelos, Cristina Rodríguez (Benidorm, 1969) ya era una dama en la sombra dentro de la industria del cine, con dos décadas a sus espaldas como diseñadora de vestuario. Hoy vive su “mejor momento”: graba la próxima entrega de Cámbiame; ha terminado la película Es por tu bien y sus trabajos en No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas y Tarde para la ira se estrenan próximamente en los cines. Además de la serie Apaches (sin fecha de estreno). Cuando pasó al otro lado y se puso frente a las cámaras, le dijeron que nadie trabaja delante y detrás. Ella, con 60 títulos a sus espaldas, lo ha conseguido.

Pregunta. ¿Siempre supo que su carrera se iba a dirigir hacia el cine?

Respuesta. No, creía que iba a ser diseñadora. Pero cuando estaba estudiando y me preguntaban qué quería hacer, yo decía: quiero ganar un Goya. Siempre he construido muchos castillos en el aire. Pero soy tauro, así que soy soñadora pero con los pies en el suelo.

Cristina Rodríguez, en la alfombra verde de los Goya 2010, cuando estaba nominada en la categoría de mejor vestuario por su trabajo en la película 'El cónsul de Sodoma'.
Cristina Rodríguez, en la alfombra verde de los Goya 2010, cuando estaba nominada en la categoría de mejor vestuario por su trabajo en la película 'El cónsul de Sodoma'.gtresonline

P. Ha sido tres veces nominada al Goya en la categoría de diseño de vestuario (El cónsul de Sodoma, Tres bodas de más y Por un puñado de besos), ¿tiene esa espinita clavada?

R. Sí. Aunque ahora me he relajado porque siento que tengo el respeto de mis compañeros de profesión. Cuando me faltaba trabajo, soñaba con que me llamaran y poder decir que no, y luego no me gusta hacerlo porque sabes que lo va a hacer otra, lo va a hacer bien y se la van a quedar.

P. ¿Después de tantos años sigue con ese miedo?

R. El mismo que el primer día. Cada vez que digo que no a una película, pienso que no me van a volver a llamar. No quiere decir que trabaje con pánico, quiere decir que estoy alerta. Cuando a un director o productor no le gusta algo, no debato: lo cambio. Porque entiendo que ellos son los que mandan. Normalmente, me trago mi ego, que lo tengo, aunque cada vez más domado.

P. ¿Qué despertó su inquietud por ponerse frente a la cámara?

R. Dudé entre estudiar Arte Dramático o Diseño de Moda. Opté por la moda, pero a los 28 hice cinco años de interpretación. Un productor me dijo: "¿Qué haces? Nadie está delante y detrás". Lo intenté, aunque entonces ya era considerada entre bambalinas. Los directores que me llaman, saben que voy de dorado al rodaje, con tocados, que pido personajes… Lo bueno de la edad es que ya no tienes que fingir ser otra. Es maravilloso y relajante.

P. ¿Aborda su trabajo en Cámbiame como si la persona que quiere cambiar de imagen fuera un personaje de una película?

R. Un poco sí. Me sirve saber quién es esa persona; qué necesita y qué quiere ser. Aunque en la tele es más difícil porque tienes menos tiempo para pensar.

P. ¿La moda es frívola?

R. Claro que sí. Pero si miras lo que pasa en el mundo, también lo es ir a cenar a un restaurante que vale un pastón. Cuando puedes permitírtelo, todos somos frívolos. Cuando nos cruzamos con una persona, de las primeras cosas que valoramos es su vestuario y ponemos una etiqueta. Después puede que cambie o no. La gente que subestima la moda es un poco inculta porque da, o no, la información de ti mismo que quieres proyectar.

P. ¿Están las mujeres mucho más sometidas a ese escrutinio?

La estilista Cristina Rodríguez, la semana pasada en Madrid.
La estilista Cristina Rodríguez, la semana pasada en Madrid.Alex Onciu

R. Me pillas en un momento muy feminista, aunque siempre lo he sido. Mientras ellos son fofisanos, nosotras estamos gordas. Seguimos teniendo una presión superior a la de los hombres. En un puesto de trabajo a nosotras nos preguntan si tenemos hijos o queremos tenerlos. Estoy haciendo campaña para que el permiso de maternidad y paternidad sean igualitarios y obligatorios, así a un hombre también se lo preguntarán. Las mujeres seguimos teniendo que luchar, tenemos que apoyarnos a muerte.

P. Eso son declaraciones políticas… ¿Cómo ve a nuestros políticos?

R. No quiero profesionales de la política; quiero que sean los mejores de cada sector. O que si no se ponen de acuerdo, que les echen a la calle. Si en mi trabajo yo no dialogo, al día siguiente me despiden. Se matan por gobernar solo por los derechos que van a adquirir, les importa un bledo el país. Y no entiendo por qué a los españoles nos exigen unas cosas y ellos mismos se exigen otras.

P. ¿Los españoles vestimos bien?

R. En general son aburridos y arriesgan poco, por eso tenemos la clase política que tenemos. Es un país donde el éxito se paga caro y donde criticamos a los que arriesgan. Y el mundo solo avanza por la gente que se arriesga. ¿Qué vino primero, la minifalda o la liberación de la mujer? Al final va todo unido.

P. Tiene en su casa un cuadro con la frase “Nosotras no llevamos chándal”.

R. Para mí tiene también otro sentido. Creo que el deporte está un poco sobrevalorado. El culto del cuerpo está bien, pero hay que cultivar los amigos, leer…

P. Ha escrito Cómo no ser una hortera de bolera, ¿hará un segundo libro?

R. Sí, pero nada que ver con la moda; será una novela que habla de relaciones. Me interesa mucho cómo buscan pareja las mujeres de 40 años y cómo se relacionan con las nuevas tecnologías.

P. También fue bloguera. Hoy hay quien se hace famoso por escribir uno o publicar fotos en Instagram.

R. Hay gente que tiene mucho éxito y que no sabe hacer nada. Y eso me da un poco de rabia. A lo mejor ese es el futuro y me tragaré mis palabras, pero para mí no tiene mucho valor solamente ser mona y tener un novio que te haga fotos. Lo mismo me equivoco y esa persona es más inteligente que yo. De hecho, puede serlo, ¡porque yo trabajo 20 horas al día!

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Sobre la firma

Elisabet Sans
Responsable del suplemento El Viajero, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en secciones como El País Semanal, el suplemento Revista Sábado y en Gente y Estilo. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Ramón Llull de Barcelona y máster de Periodismo EL PAÍS.

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