12 fotos
Y tampoco la lluvia Ocho de cada 10 etíopes viven de la agricultura. Sin embargo, en el último año han visto impotentes cómo se han perdido hasta un 90% de las cosechas debido a la falta de dos temporadas consecutivas de lluvias en la que ya se conoce como la peor sequía de los últimos 50 años Emba Haliwo es un ejemplo de resiliencia. La ladera de la montaña está formada por terrazas para facilitar la infiltración del agua, evitar que esta se quede en la capa superficial y poder aprovecharla para cultivos. Ángel López Soto Ayuda en Acción sigue en marcha en Etiopía su plan de distribución de agua y semillas, así como de recuperación de medios de vida para que personas como Abbadi, Yeshin, Sisay o Tsega y sus hijos puedan luchar contra una sequía desconocida para muchos. Ángel López Soto Durante los primeros compases de la emergencia, llevar agua a las comunidades fue la prioridad. Mujeres y niñas, las principales responsables de que haya agua en los hogares, hacen largas colas con sus jerikans (bidones amarillos de entre 20 y 25 litros de capacidad) en puntos de distribución como este de Mekane Birham. Ángel López Soto “El problema del agua es un problema de mujeres”, asegura Wubalech Admasu, la responsable del Comité del agua de Janamora. Ángel López Soto Mujeres pertenecientes a comités del agua y cooperativas locales reciben periodicamente asesoramiento y formación como en este taller de comunicación impartido por Action Aid, la contraparte etíope de Ayuda en Acción. Ángel López Soto Wube Zewdu es el vice-administrador del kebele (localidad) de Mekane Birham: “Además de excavar pozos y del reparto de agua en camiones con Ayuda en Acción, estamos distribuyendo alimentos para 72.000 personas. Ahora necesitamos desesperadamente dar de comer a los animales para que no se pierda su principal medio de vida”. Ángel López Soto “Es la peor sequía que recuerdo desde 1984. Para las siguientes generaciones desearía que no tuvieran que pasar por lo que nosotros estamos sufriendo”, explica Sisay Demanu (a la izquierda), el hombre más mayor de su comunidad. “Rezamos cada día para que llegue la lluvia”, asegura el sacerdote ortodoxo Merigeta Hailemariam Gessesew (a la derecha). Ángel López Soto El camión de Ayuda en Acción que abastece el depósito de Awchara realiza todos los días el camino hacia un río cercano, del que extrae el agua y que a simple vista parece seco. Su capacidad es de 10.000 litros y de él se abastecen 220 personas. Está situado al lado de la escuela rural, una buena oportunidad para distribuir el agua después de las clases. Ángel López Soto Según varios estudios, los proyectos de agua son entre seis y ocho veces más efectivos cuando involucran a las mujeres. Ángel López Soto En todo el mundo, las mujeres invierten 200 millones de horas al día en recoger agua, hasta un tercio de su jornada de trabajo. En Etiopía no es extraño verlas caminar durante horas en medio de paisajes inhabitados cargadas con los jerikans y sus hijos pequeños. Ángel López Soto En Awaelo, cada mes un centenar de niños son atendidos por desnutrición moderada, un problema que a día de hoy sufren dos millones y medio de menores y mujeres en el país, a los que hay que sumar 450.000 niños con desnutrición severa, y que se ha visto agravado por la extrema sequía. Ángel López Soto “Solo deseo en la vida salud para mis hijos”, dice Tsega (a la izquierda), de 28 años, mientras recibe de manos de una enfermera una bolsa con suplementos nutricionales para sus hijos de cuatro y un año medio. Ambos están un 30% por debajo del peso que deberían para su edad. Ángel López Soto