La tableta que hace viajar en el tiempo

Hace poco estuve en el castillo de Chambord, uno de los referentes turísticos más visitados de Francia. Para facilitarte la visita te proponen una audioguía en varios idiomas, como en todas partes, y desde hace un año además una « Histopad », una tableta que te guía y además te permite ver diferentes salas del castillo tal como estaban decoradas y amuebladas en su época de máximo esplendor, en el Renacimiento. Aunque el « Histopad » en cuestión cuesta 8 euros que hay que sumar al precio de la entrada, un 10% de los visitantes lo escogen en detrimento de la audioguía.

El invento en cuestión es obra de una start-up francesa, Histovery, creada en 2013 por dos apasionados de la historia y de las nuevas tecnologías, Bruno de Sa Moreira y Edouard Loussan. El objetivo era crear productos para facilitar la visita en realidad aumentada de lugares de interés histórico y cultural. El Histopad de Chambord está dotado de un sistema de geolocalización y permite visionar 19 salas del castillo enteramente reconstruidas en 3D y visitables a 360º junto con más de 150 piezas de mobiliario, objetos de arte y de decoración. Para el público más joven la tableta propone una «búsqueda del tesoro» durante el recorrido del castillo del rey François I.

Está disponible en 12 idiomas, incluido el español, e incluso existe una versión accesible para personas con movilidad reducida. En este último caso, la tableta permite visualizar todo el contenido disponible (salas, mobiliario y decoración) desde la planta baja del castillo. ¿Se trata del turismo cultural del futuro?

La visita virtual del pasado es posible en Chambord y también hoy en día en otros 3 castillos franceses: el castillo de Guillermo el Conquistador en Falaise – que ha pasado de 40.000 a 75.000 visitas al año-, el museo chino de Fontenaibleau y el museo de cera Grévin en París. Dos otras instalaciones más van a ofrecer el servicio en breve: el Museo de la Imagen de Épinal y la Conciergerie en París. Los promotores de la tableta tienen proyectos apalabrados con centros culturales en Italia, Inglaterra y Egipto.

La tableta es útil para el visitante pero también para el gestor del espacio cultural. Permite registrar de manera anónima dónde pasan más tiempo los turistas, qué les interesa más. En Chambord por ejemplo el visitante pasa una media de 3 minutos en el guardarropa del Rey, que no tiene mucho interés para los conservadores, y en cambio dedica pocos segundos al oratorio, que resulta ser una de las joyas del castillo.

Fotos: Histovery