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Tentaciones

Por qué no hay canción del verano según Georgie Dann y King África

Hablamos con los reyes de la melodía pegadiza y las coreografías absurdas. Desde tiempos inmemoriales, la canción del verano llegaba con los primeros rayos de sol, pero ya no es tan fácil de detectar, ellos nos lo explican

Hubo un tiempo no tan lejano en el que cada verano venía asociado indiscutiblemente a una canción. De Formula V a Las Ketchup. De Karina a Sonia y Selena. No había un chiringuito que escapase de su poder de atracción, tan ridículo como inevitable. No obstante, en el transcurso del último lustro parece que dicho concepto ha perdido parte de su solera. "Más que desaparecer en sí, lo que no existen ahora son canciones transversales. Hay menos que en otras épocas, todo está más fragmentado y no todo el mundo sabe detectarlas tan claramente como antes", apunta el periodista Luis Troquel, experto en géneros populares. Él destaca Bailando, de Enrique Iglesias, como el último gran fenómeno de la radiofórmula estival. Ricardo Campoy, fundador de la extinta discográfica Vale Music, señala que, en la actualidad, "la canción del verano como tal ha desaparecido, pero en su lugar han aparecido las canciones del verano", en plural. ¿Qué ha llevado pues a la pérdida de esa hegemonía? ¿A la desaparición del TEMA de la temporada en mayúsculas?

La desaparición en 2011 de Vale Music fue determinante para que la canción del verano se viera más huérfana que nunca

King África, uno de los nombres omnipresentes en toda buena verbena de pueblo que se precie, dice tener la respuesta: "Hoy en día quedan muy pocas compañías discográficas y, las que siguen no invierten tanto dinero como entonces en promoción. Teniendo en cuenta que ya apenas se venden discos, se entiende que ningún sello se desviva por posicionar en lo más alto a su aspirante".

Georgie Dann, veterano entre veteranos de este negocio, también apunta en la misma dirección: "Más allá de fabricar el éxito, tienes que llegar a la gente. No es fácil. Si las radios ahora no te apoyan, tienes que hallar otras vías, como la publicidad". Él, lejos de quedarse de brazos cruzados, propone para 2016 La cosa está que trina, que quiere convertir en la nueva La barbacoa.

Indiscutiblemente, la desaparición en 2011 de Vale Music fue determinante para que la canción del verano se viera más huérfana que nunca. "Visto en perspectiva, éramos una compañía discográfica que apostaba mucho por el periodo estival", recuerda Campoy. "Al igual que las radios y las televisiones eran una gran fuente promocional, en España las discotecas se multiplicaban por dos y por tres en verano, y nos aprovechábamos de ello. Apostábamos invirtiendo en todos los medios que podíamos para hacer famosa una canción".

Denostada por muchos y disfrutada por bastantes más, tendemos a pensar en la canción del verano como una composición menor. Su función está clara: entretener y hacer bailar con el menor gasto neuronal posible. Pero, por muy fácil que parezca su producción desde fuera, sus protagonistas subrayan que es todo un arte. "Es un honor que me digan que soy uno de los impulsores de este tipo de temas porque no todo el mundo puede hacerlos", dice orgulloso King África. "Cuando me dicen que es algo muy simple siempre contesto: 'Te doy un folio y ponte con ello". "Para nada es algo que surge de la noche a la mañana", coincide Georgie Dann. "Ni compito contra otros artistas ni me importan los demás, en el buen sentido. Yo hago lo que a mí me parece y cuando lanzo algo es porque ya lo he meditado mucho".

Más allá de la promoción salvaje, la suerte y la casualidad también han hecho de las suyas en esta tipología de canción. Pero, ¿existe una fórmula para su éxito? "Por lo que he visto en España, debe ser una canción pícara con doble sentido que no denigre o insulte a nadie", asegura King África. Una coreografía al alcance tanto de los niños como de los jubilados también suma puntos, claro. Pero, por encima de todo, tiene que haber "una melodía pegadiza que te atrape desde la primera escucha", según el autor de Bomba. "Es una cosa mucho más compleja de lo que se cree, aunque evidentemente los que trabajamos en esta industria tenemos ese sexto sentido para detectar las que tienen más posibilidades. No siempre acertamos, por supuesto. Pero nos pagan para equivocarnos las menos veces posibles. El público es al final el que da su veredicto", apostilla Campoy. Y es que puede que ya no sea tan fácil de detectar pero, mientras haga calorcito, habrá alguien dispuesto a ponerle sintonía.

¿QUÉ PASO CON...?

Sonia & Selena
Sonia & Selena

Sonia & Selena

Las Paola & Chiara patrias no fueron escogidas para Eurovisión, pero reventaron las listas en 2001 con Yo quiero bailar. Las discrepancias entre ellas provocaron su disolución en 2002, con un breve comeback en 2011. Ambas siguen en la música en solitario y, al parecer, no les va nada mal. Sin ir más lejos, intentamos contactar con Sonia Madoc, pero fue imposible. "Siento ir tan liada", se excusó por WhatsApp.

COYOTE DAX

En 2001, un venezolano que iba para químico desembarcó en España. Creyéndose un cowboy, versionó el Achy breaky heart de Billy Ray Cyrus (el padre de Miley) y convirtió No rompas más en un éxito. En 2004 participó en Gran hermano VIP (con montaje amoroso incluido) y, años más tarde, volvió a la casa de Guadalix para formar parte de El Reencuentro. En 2013 se intercambió por una familia gitana en Me cambio de familia.

Lorna
Lorna

LORNA

En Internet la han matado varias veces, pero la panameña sigue vivita y coleando. Por su culpa, en 2002 el reggaetón se adentró en terrazas y discotecas mediante un Papichulo que puso a perrear hasta a los jóvenes de la Milla de Oro. Nadie, desde entonces, ha escapado de esos ritmos erótico-festivos por mucho que, en su día, algunos le auguraran que sería una moda pasajera.

EL KOALA

El mayor exponente del rock rústico fue uno de los primeros en valerse de la viralidad en 2006 con Opá, yo viazé un corrá. El año siguiente editó un segundo álbum, versión de Mi Carro incluida. Su último disco data de 2011, pero sigue siendo dando conciertos allá donde le llamen. Cualquier cosa es mejor que volver a la obra: su nombre artístico viene de cómo se agarraba a los andamios.

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