Subjetivamente

La primera de la clase. Malia Obama

Que no, que no va a hacer prácticas en la Embajada americana en Madrid, por mucho que nos empeñemos. Sí estará en nuestro país este verano, junto a sus padres. Y después Malia Obama se tomará un año sabático antes de empezar sus estudios en Harvard en 2017, una decisión que provocó una cierta polémica. Lo que es cierto es que gracias a este retraso y con Obama fuera de la Casa Blanca, Malia se ahorrará el numerazo de Chelsea Clinton, papá Bill, mamá Hillary y 200 reporteros llegando a la Universidad de Stanford. Allí todavía se recuerda.

La moda modesta. Mangas forever

¿Y si lo más chic fuera taparse? ¿Y si la libertad de las mujeres pasara por abandonar la esclavitud de la exhibición desenfrenada? Adiós a los escotes charcuteros, al cho-chort y la braga brasileña y hola al cuello caja y la falda de supernumeraria. Una creadora de moda francesa, Valérie Benita, propone recobrar el misterio perdido con su marca Modeste. Sin querer ampararse bajo la etiqueta de moda religiosa, pero sin ocultar que su creadora es judía practicante, pretende dirigirse a todas las mujeres. A Kim Kardashian no le va a gustar…

Abre la boca. El kale

¡Pero si es la berza de toda la vida! Escriba usted kale en el menú de un restaurante o ramen (otro igual: un bol, vamos) y, ¡pum!, directo al Olimpo de los lugares de moda.

La Brassica oleracea de la variedad sabellica, vulgo berza, col rizada o, si nos ponemos en plan revista para mujeres urbanas, entre 25 y 44 años, de clase alta o media-alta, kale, que es esa verdura que de pequeños no queríamos tragar ni a tiros, que suena a comida de carpantas, y que ahora se ha convertido en lo más de lo más. Los hechos son que un ramen de kale solo tiene 33 calorías y cantidades industriales de minerales, fibra, antioxidantes, vitaminas A y C y calcio. Pero no se equivoque, y pida kale en vez de berza. Está buenísima.