Millones de personas viven pendientes hoy y mañana de las pruebas de acceso a la universidad en China, conocidas como gaokao. Los estudiantes llevan años preparándose para estos exámenes, de cuyo resultado pende la posibilidad de entrar en alguna de las mejores universidades de China y, por ende, un mejor futuro laboral en un entorno cada vez más competitivo. A pesar de las críticas al sistema -especialmente por la gran presión que supone para los jóvenes- la gran mayoría de los chinos considera que se trata de un examen relativamente justo en un país donde habitualmente los contactos son más importantes que la meritocracia para triunfa