La encrucijada
La sociedad occidental se encuentra ante la que es posiblemente la mayor encrucijada de su historia. Tras olvidar los grandes traumas del siglo XX que casi acaban con Europa, la sociedad se ha relajado hasta tal punto que contemplamos impasibles cómo los poderes económicos destruyen por completo los grandes logros de nuestros antepasados. Solo tengo 20 años, no sé cómo solucionar un mundo cada día más complicado, pero lo que sí sé es que nuestras opciones son dos: recuperar la fuerza como sociedad, modernizar nuestra forma de luchar no contra el sistema, sino contra los que intentan destruir el Estado de bienestar y todos los avances conseguidos, o lo tiramos por la borda. Gritamos lemas que nadie escucha, nos llenamos la boca con palabras tan elocuentes como vacías y vemos oscurecerse cada vez más el futuro.— Pablo Gutiérrez Márquez. Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona).