El tamaño sí que importa

Pillines, no van a encontrar lo que andaban buscando, pero no se vayan que igual leyendo esta columnita descubren temas con los que salpimentar una charla algo regada y errática, de esas que mezclan el Brexit con el increíble tamaño creciente de las lolas de Yola Berrocal.

Pues sí, como decía la publicidad de la película Godzilla, “Size does matter”. ¿Micro o mega? ¿Maxi o mini? Suena a letra de canción de Gainsbourg pero no lo es; jugar con el tamaño es la última tendencia en cuanto a creatividad, política y economía se refiere. Philippe Starck ya usó la desproporción como argumento. Dos macetas monumentales te daban la bienvenida en el Hotel Mondrian de Los Ángeles. Te colabas como un niño diminuto por la puerta grande de las tiendas de Imaginarium. Pero si lo XXL impresiona no nos olvidemos de que lo Small is beautiful, parafraseando el título de la obra de E. F. Schumacher. Sus postulados económicos encajaron en la era de la crisis del petróleo y vuelven a estar de actualidad. Mañana, un documental realizado por un grupo de franceses muy cool nos propone soluciones para garantizar un futuro a escala mini para nuestro mundo global en extinción: monedas locales frente a paraísos fiscales, pequeños mercados bio y permacultura en oposición a los cultivos extensivos enfocados a corporaciones y mercados gigantescos. En el arte, el georgiano Tezi Gabunia instala cabezas de tamaño gigante en la versión micro de famosas salas de exposiciones. Y como el lujo jamás se queda atrás, lo más es la versión nano de los bolsos de Louis Vuitton, Chloé o Saint Laurent. El precio sigue siendo maxi, eso sí.