La hija del duque de Wellington se casa en Granada con Alejandro Santo Domingo
El rey Juan Carlos I, Camila Parker y el cantante pop James Blunt, entre los 300 invitados
Lady Charlotte Wellesley, hija del duque de Wellington, se ha casado en la finca familiar de Íllora (Granada) con el colombiano Alejandro Santo Domingo. Al enlace han asistido 300 invitados entre los que se encuentran el rey Juan Carlos I; Camila Parker, duquesa de Cornualles y esposa del príncipe Carlos de Inglaterra; y el cantante pop James Blunt, entre otros.
La Gibraltar granadina, como se conoce el pueblo, ha sido este sábado protagonista de una de las bodas más importantes de la nobleza. Los vecinos se han volcado en los preparativos del enlace que une a Lady Charlotte Wesllesley con el ya exsoltero de oro de Nueva York, el colombiano de 37 años Alejandro Santo Domingo. Junto a la noble y uno de los hombres más ricos del mundo, propietario de la empresa de cerveza que engloba marcas como Águila o Babaria, han estado 300 invitados que han llegado al pueblo granadino sobre las cinco y cuarto, bajo un manto de lluvia y un viento fresco inusual para esta época del año.
Microbuses y coches de alta gama han ido llegando procedentes de algunos de los hoteles más selectos de la capital granadina como el Bobadilla o el Parador de la Alhambra, donde este viernes noche, además, se ha organizado una cena de gala para varios invitados.
La novia ha escogido un vestido blanco de manga larga con cuello de barco, mientras que el novio ha optado por llevar un traje gris oscuro con camisa blanca y corbata gris clara.
La ceremonia ha sido oficiada en español e inglés por el obispo de Londres, Richard Chartrers y por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez.
Muchas de las 10.400 personas que residen en este pequeño rincón de la comarca de Loja han madrugado para no perder un sitio en la primera fila de la vía que da acceso a la entrada habilitada de la iglesia de la Encarnación. “Es historia viva de nuestra tierra. Un momento muy especial para todos”, ha afirmado Begoña Moyano, dueña de una óptica del pueblo. Otras vecinas como Ana María Ibáñez también han ayudado en los preparativos, como al párroco del tempo, el padre José Luis Ontiveros. “La novia quería cambiar las cortinas rojas de la iglesia por algunas blancas. Yo he dado una cortina blanca para el altar mayor del cristo. También pidieron que se quitaran las alfombras para que no se perdiera detalle del mármol y los detalles que tiene el templo”, ha comentado.
Un millar de personas ha recibido en la calle, entre gritos y palmas, a los invitados de una de las bodas más internacionales que haya presenciado Granada. Amor Camacho, otra vecina del pueblo que acaba de cumplir 84 años, ni siquiera ha esperado para comer: “Desde las once de la mañana llevo aquí y ni he comido, me da igual”. Lola Sánchez y Caridad Ortega, amigas desde hace años y vecinas del pueblo, señalaban con un toque de humor: “Lo más importante es ver a Juan Carlos”. El padre del rey Felipe VI ha sido el invitado más ovacionado por el público presente en la recepción de los novios.
Íllora se ha preparado para la cita más especial de los últimos tiempos con “la decepción de no ver a Piqué ni a Shakira”, como lamentaban Dami Damas y Juani Ramos, dos amigas de 80 años. Aunque eso no ha provocado que la nobleza más importante de Gran Bretaña haya invadido un municipio que veía alterado su ritmo diario con agentes de la Guardia Civil, escoltas, banderas de Colombia e Inglaterra en los balcones de todos los edificios y vallas de seguridad que cercaban todas las vías de la localidad desde primera hora de la mañana.
Los bares abarrotados y todos los vecinos en la calle. Aquellos que pensaban en ir “al campo como de costumbre”, tal y como describe Juan José López, no han querido hacerlo. “El día lo merece”, explica este hombre de 73 años.
Años atrás, dos amantes que se escondían de flashes y cámaras de televisión como el Príncipe Carlos de Inglaterra y Lady Camila se refugiaban en este pequeño municipio de poco más de 10.000 habitantes, en una finca conocida como La Torre. La hacienda, de más de 1.000 hectáreas, sirvió para que el aristócrata y la que se convertiría en su segunda esposa viviesen su particular historia de amor, gracias a la cesión de su propietario, el duque de Wellington. En otra ocasión, el Príncipe Carlos de Inglaterra también visitó la finca junto a la que entonces era su esposa, la princesa Lady Di (Diana de Gales). Ahora ha sido el turno de Lady Charlotte y del multimillonario colombiano Alejandro Santo Domingo, uno de los regentes del mayor imperio cervecero del mundo y número 15 en la revista Forbes. Ambos han decidido contraer matrimonio en el sur de España por el valor histórico que une a la familia Wellington con esta localidad de Granada.
Durante la Guerra de la Independencia, los británicos ayudaron a las guerrillas españolas a expulsar a las tropas napoleónicas y, como compensación, el Gobierno de España decidió donar esta finca de Íllora al primer duque de Wellington, sir Arthur Wellesley.
Juan Carlos I de Borbón ha acudido vestido con un traje azul, corbata turquesa y chaleco gris; Camila Parker, duquesa de Cornualles y esposa del Príncipe Carlos de Inglaterra, ha elegido un vestido blanco y con volantes. También han acudido Andrea Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco, y su novia, Tatiana Santo Domingo, sobrina del recién casado; la modelo Eva Herzigova, con un vestido verde; y varios representantes de la nobleza europea.
Todos han pasado el fin de semana en la ciudad de la Alhambra. Algunos han optado por ver el monumento granadino en la víspera de la ceremonia.
Lady Charlotte Wellesley, la novia del año, ha sido quien ha escogido el sitio por su gran admiración hacia la iglesia de la Encarnación, que data del siglo XVI, obra de Diego de Siloé (arquitecto de la Catedral de Granada).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.