Alucinantes rutas en barco

Las líneas marítimas regulares brindan la oportunidad de visitar, casi siempre de forma más económica, los rincones más remotos de un archipiélago. / Turismo de Nueva Zelanda

Hébridas (Reino Unido)

"Era un día frío a primeros de abril, y un millón de radios daban las trece", escribía (y tachaba) hace 66 años el novelista George Orwell en una casa de la isla de Jura, en las Hébridas Interiores. Un año después, en 1948, terminó allí la que sería su última novela: 1984, una oscura fábula sobre los totalitarismos. La ruta por el archipiélago escocés de las Hébridas empieza en la isla de Skye (en la foto, faro de Neist Point). Se puede llegar por carretera desde Fort William o en barco desde el puerto de Mallaig. La naviera Caledonian MacBrayne (ofrece tres tipos de billetes para recorrer el centenar de islas que forman el archipiélago: el Island Hopscotch, para 26 rutas, con precios entre 7 y 84 euros (coches, entre 30 y 351 euros); el Island Rover, un pase abierto que permite visitar todas las islas durante un periodo de 8 o 15 días por 77 y 110 euros, respectivamente (turismos, 368 y 549 euros), y el Whisky Hopscotch, que traza una ruta por algunas de las destilerías más famosas de Escocia desde 15 euros por pasajero y 92 por coche. / iStock

Rangitoto (Nueva Zelanda)

A menos de una hora de la ciudad de Auckland, esta pequeña isla volcánica es la más joven del archipiélago de Nueva Zelanda, con solo unos 600 años de antigüedad. Una ruta senderista permite recorrerla a pie entre túneles de lava, helechos gigantes y bosques de pohutukawa (Metrosideros excelsa). El trayecto de ida y vuelta en los barcos de Hauraki Blue Cruises desde Auckland cuesta 30 dólares neozelandeses, unos 18 euros. / Turismo Auckland

Islas de Aran (Irlanda)

En 1934, Robert Flaherty obtuvo un premio en la Mostra de Venecia con el documental Los hombres de Aran, donde muestra la dureza de la vida de los pescadores en estas tres islas (Inishmore, Inishmaan e Inisheer) del norte de Irlanda. Hoy, las condiciones de vida en Aran se han dulcificado, aunque sus habitantes conservan el carácter indómito que cautivó a Flaherty. Aran Island Ferries tiene un servicio diario de transbordador entre el puerto de Ros a' Mhíl, cerca de Galway, e Inishmore; el precio de un billete de ida y vuelta es de 25 euros. / iStock

La Gomera y El Hierro (Canarias, España)

Los catamaranes rápidos de la compañía Fred Olsen Express enlazan el puerto tinerfeño de Los Cristianos con La Gomera, El Hierro y La Palma; Santa Cruz de Tenerife y Agaete, en Gran Canaria, y Corralejo (Fuerteventura) con el sur de Lanzarote. Un billete de ida y vuelta entre Tenerife y La Gomera, desde 66 euros. Naviera Armas funciona como puente marítimo entre Los Cristianos, en el sur de Tenerife, y el puerto de San Sebastián de La Gomera, desde donde extiende su ruta hasta la isla de La Palma. / iStock

Órcadas y Shetland (Reino Unido)

Monolitos y menhires milenarios se alzan en medio del Atlántico, en los páramos pelados por el viento de las islas Órcadas, uno de los lugares más solitarios del planeta. De las 70 pequeñas islas (sólo hay 17 pobladas) que forman este archipiélago situado a diez kilómetros de la parte más septentrional de la costa escocesa, Mainland es la más grande. Los transbordadores de Northlink y Pentland enlazan los puertos escoceses de Aberdeen y Scrabster con los achipiélagos de Orkney (las islas Órcadas) y Shetland desde 18 euros por pasajero y trayecto (41 euros por coche). / Turismo de Escocia

Islote de Lobos (Canarias, España)

En el brazo de mar que separa las playas lanzaroteñas de Papagayo y el mar de dunas de Corralejo, al norte de Fuerteventura, se halla uno de los espacios naturales más salvajes y sorprendentes de Canarias: la isla de Lobos. Sus 4,5 kilómetros cuadrados brindan la oportunidad de nadar o bucear en piscinas naturales de un azul intenso, caminar por un paisaje volcánico florido de tabaibas, o comer con los dedos una vieja a la plancha con papas y mojo picón en el pequeño restaurante de El Puertito. Varios catamaranes con fondo de cristal enlazan tres veces al día en ambos sentidos el puerto de Corralejo y la isla de Lobos por 15 euros, ida y vuelta. La duración de la travesía es de unos veinte minutos. / I. M.

Ischia y Procida (Campania, Italia)

“Un día, recorriendo los acantilados, vimos una amapola, luego otra; crecen aisladas entre las piedras en sombra, como campanillas chinas ensartadas a lo largo de una cuerda tensa. Seguimos el rastro de amapolas y llegamos a un sendero que desembocaba en una playa extraña y oculta. Estaba encerrada entre acantilados, y el agua era tan clara que se veían las flores marinas y los movimientos bruscos de los peces". La cita, de Truman Capote, describe la isla de Ischia, donde el escritor pasó la primavera de 1949, repartiendo su estancia con visitas a la vecina isla de Prócida (en la foto, el puerto de Corricella), donde Michael Radford rodó la película 'Il Postino' ('El cartero y Pablo Neruda'). Desde Milazzo, cerca de Catania, parten los aliscafos de la compañía Snav hacia las islas Eolias, una constelación de volcanes al norte de Sicilia. Esta naviera italiana, con una veintena de barcos en su flota, también realiza travesías a las islas de Ischia, Procida y Capri. Su sistema de tarifas funciona de forma similar al de las aerolíneas de bajo coste, con precios que parten de 10 euros por trayecto. / Gabriele Scotto di Fasano

Tierra del Fuego (Chile y Argentina)

Apenas es posible imaginar algo más bello que el azul berilo de estos glaciares, en especial por el contraste con la blancura mate de la nieve que corona las cimas”, anotó Darwin el 29 de enero de 1833 en su diario durante su viaje en el bergantín Beagle por Tierra del Fuego. El Stella Australis y el Vía Australis son los únicos barcos de pasajeros que navegan por los canales patagónicos entre Punta Arenas (Chile) y Ushuaia (Argentina). Cruceros de tres, cuatro y siete noches que llegan hasta el mítico cabo de Hornos entre ventisqueros, bosques subantarticos y montañas que nadie ha pisado. / I. M.

Formentera (Baleares, España)

El puerto de La Sabina es la única vía de entrada y salida de Formentera. Varias navieras Aquabus, Baleària, Mediterránea Pitiusa, Acciona Transmediterránea y Trasmapi operan rutas diarias en barco entre Ibiza y Formentera. El viaje tiene una duración de unos 25 minutos y discurre entre los numerosos islotes situados entre ambas islas: Espalmador, Penjats, Malvins, Porcs. / Vicent Marí

Cerdeña (Italia)

Playas recogidas entre pinares como Berchida, Tentizzos o RenaMajore, y pueblos como Atzara, Bosa o Castelsardo aguardan en la isla de Cerdeña. Grimaldi Lines propone recorrer Cerdeña en coche con un viaje de nueve días desde Barcelona a partir de 360 euros. El precio incluye el pasaje de ida en camarote interior y de vuelta en pasaje básico (sin camarote, en trayecto diurno), más siete noches de alojamiento en hoteles de tres estrellas repartidos por la isla italiana. El coche viaja gratis. / Álvaro Leiva

Lofoten (Noruega)

Secaderos de bacalao, cabañas vikingas y montañas sobrecogedoras en un mar embravecido pintan el paisaje de Lofoten, un conjunto de siete islas de origen volcánico y siluetas escarpadas en el norte de Noruega, más allá del Círculo Polar Ártico. Se puede llegar hasta ellas en el Hurtigruten, el Expreso de la Costa, la línea marítima regular que, desde hace cien años une las ciudades del sur de Noruega con los puertos aislados del mar de Barents. Los barcos parten de Bergen para atracar, seis días y 36 paradas más tarde, después de rodear la península escandinava, en Kirkenes, junto a la frontera rusa, donde inician el regreso. Las naves son utilizadas tanto por los habitantes locales, para efectuar trayectos cortos de apenas unas horas (desde unos 20 euros por trayecto), como por el turismo internacional, para realizar la travesía completa rumbo norte (Bergen-Kirkenes) o rumbo sur (Kirkenes-Bergen). También existen ferries que unen a diario el puerto de Bodø con las islas en travesías de unas tres o cuatro horas, dependiendo de la ruta. / I. M.

Hvar y Korkula (Croacia)

Hvar y Korkula son las más famosas y tal vez la más bonitas de las casi dos mil islas que tiene Croacia. Una experiencia muy recomendable es recorrer un tramo de la costa croata en los barcos de línea de Jadrolinija desde Zadar, Split o Dubrovnik. El precio de los pasajes entre Split y Hvar es de unos cinco euros por trayecto. / iStock

Isla de Wight (Reino Unido)

"Todos los veranos alquilaremos una casita en la isla de Wight", cantaban los Beatles en WhenI'msixtyfour( Cuando tenga 64 años), sobre un joven que le cuenta a su novia sus planes para envejecer juntos. Desde la isla de Wight, la pareja de la foto, sentada en una mesa de TheGossips Café, en el muelle de Yarmouth, contempla cómo se aleja un ferri por el estrecho de Solent, que separa esta isla, de 348 kilómetros cuadrados, de la costa inglesa. Además de por sus fósiles de dinosaurios (es uno de los mayores yacimientos del cretácico) y por los veranos que pasaba allí la reina Victoria, la isla de Wight es famosa por el festival de música que se celebró entre 1968 y 1970, donde actuaron, entre otros, Joan Baez, Jimi Hendrix y TheDoors. Los pasajes de ida y vuelta con la naviera Red Funnel cuestan desde 21 libras (unos 25 euros). / Alessandro Saffo

Komodo (Indonesia)

En su busca de la emoción y la sorpresa, los barcos toman rumbos cada vez más exóticos, hasta las remotas islas del este de Indonesia, donde la naturaleza permanece intocada y salvaje. Para quienes puedan prescindir del confort de los grandes barcos, Catur Expediciones organiza travesías en veleros por los hábitats indonesios de iconos animales como los orangutanes de Borneo, los dragones de la isla de Komodo o las mantarrayas de NusaPenida. / Joe Mc Donald

Palawan (Filipinas)

Tao Expeditions es un proyecto de turismo sostenible que organiza cruceros de aventura en paraws (barcos tradicionales) por las islas más bonitas e inaccesibles del archipiélago de Palawan, al suroeste de Filipinas. Durante las travesías, que duran cinco días, se visitan aldeas de pescadores y se acampa cada noche en una isla diferente, en cabañas dotadas de comodidades básicas. El precio, 495 euros, incluye barco, tripulación, alojamiento y comidas. / Tao Expeditions

Espíritu Santo, Baja california Sur (México)

Las islas del Mar de Cortés esconden bahías como Ensenada Grande, en el archipiélago de Espíritu Santo (Baja California Sur, México). Allí no hay cocoteros ni hoteles, solo una media luna de arena formada por conchas de madreperlas, entre el desierto espinoso y un mar de color esmeralda. Se trata de un espacio protegido, aunque se puede visitar en barco con guías autorizados como los Fun Baja, que organizan pequeños campamentos ecológicos. / I. M.

Tristán da Cunha (Reino Unido)

Que te descubra un marinero llamado Tristán es casi una premonición de que nunca serás una isla con mucha marcha, una Ibiza, por citar un ejemplo. Que seas casi inaccesible, con acantilados de más de 600 metros de altura y figures en el Libro Guinness como el sitio habitado más remoto (la población más cercana está en la isla de Santa Elena, a 2.110 kilómetros al norte), tampoco ayuda, aunque tu capital se llame Edimburgo de los Siete Mares. Según Wikipedia, solo ocho apellidos Glass, Green, Hagan, Laverello, Repetto, Rogers, Swain y Patterson y 80 familias se reparten los 200 kilómetros cuadrados de este grupo de tres islas (Tristán da Cunha, Inaccesible y Ruiseñor) en el Atlántico Sur, a 2.816 kilómetros de Suráfrica y a 3.360 kilómetros de Suramérica, donde, misterios de la endogamia, no conocen los resfriados. La única vía de comunicación de Tristán da Cunha con el resto del mundo son tres barcos de una compañía pesquera, el SA Agulhas II, el MV Edinburgh y el MV Baltic, que cada dos meses hacen la travesía desde Ciudad del Cabo. / Michael Clark / Wikimedia Commons

¿Conoces otras rutas en barco que te lleven a lugares secretos?