Charlene de Mónaco se moja

Charlene de Mónaco ha retomado su agenda en solitario en un elemento que a ella les es favorable: el agua. La que fuera nadadora olímpica y ahora es princesa ha vuelto a la actividad tras ser madre en diciembre de 2014 de dos niños. Ha sido lejos del Principado y sin su marido. Lo ha hecho para inaugurar una nueva sede de su fundación en Santa Mónica, California.

Charlene dejó por un día sus trajes de firma para ponerse un traje de neopreno y saltar en la piscina para enseñar a los niños natación. En la cita estuvo acompañada de Greg Louganis y Dara Torres, dos exnadadores olímpicos, el primero uno de los más íntimos amigos de su esposo.

La princesa dio la bienvenida a más de 40 niños de la localidad, de entre ocho a 13 años. "En todo el mundo miles de vidas inocentes se han perdido tragicamente por ahogamiento cada año", dijo Charlene de Mónaco. "Estoy aquí para intentar, mediante la formación de monitores y enseñando a los niños a nadar, evitar accidentes. He pasado años enseñando a los niños de escasos recursos a adquirir las técnicas básicas de seguridad, solo puedo decir que las ideas simples son a menudo las más eficaces".

La fundación de Charlene de Mónaco se centra en tres áreas clave: aprender a nadar, seguridad en el agua y los programas de deporte y educación.

Ella asegura que todo va bien en su hogar, que es una princesa moderna: “No quiero ser la imagen de un cuento de hadas”. Y añadió: “Mi única ambición es ser eficaz para aquellos que lo necesitan. Quiero ayudar. Mi esposo y yo compartimos los mismos valores sobre cuestiones humanitarias, el medio ambiente, la educación de los niños. Somos dos apasionado de la vida, el mundo y la gente. Esta es la misión que hemos elegido”.