Charlene ahora es feminista

Charlene de Mónaco es una princesa renovada desde que el pasado diciembre cumplió con su compromiso de dar un heredero al Principado. Tras cinco años de un peculiar matrimonio, la princesa no tuvo un hijo sino dos y con sus gemelos se pasea como una triunfadora. Es ahora una mujer más segura y está dispuesta a dejar oir su voz. Tras seis meses apartada de la vida social, dedicada a cuidar a sus bebés, la esposa de Alberto de Mónaco tomó la palabra en los premios Ernst & Young donde pronunció un discurso en defensa de los derechos laborales de las mujeres. “Las mujeres sufren una fuerte desigualdad en casi todas las áreas y a todos los niveles. Mires donde mires, hay un desequilibrio notable entre los puestos de responsabilidad, los sueldos y la posibilidad de desarrollar una carrera”, dijo. “Luchar contra la discriminación entre sexos es una batalla que no se puede perder. Se lo debemos a nuestra generación y la siguiente”.

Y añadió: “La sensación de que, en cierto modo, los hombres son mejores y que se merecen más que las mujeres está arraigada en nuestras creencias colectivas y en nuestra educación. La educación juega un papel central. Los niños deben aprender que el talento, las habilidades y la realización personal no son exclusivos del hombre. Las mujeres necesitan adquirir y desarrollar la autoestima, la motivación, la fuerza mental, espíritu de equipo y habilidades de negocios”.

Todo indica que Charlene de Mónaco está decidida a dar contenido a su papel como princesa. También está dispuesta a luchar contra quienes cuestionan su matrimonio. Ella asegura que todo va bien en su hogar, que es una princesa moderna: “No quiero ser la imagen de un cuento de hadas”. Y añadió: “Mi única ambición es ser eficaz para aquellos que lo necesitan. Quiero ayudar. Mi esposo y yo compartimos los mismos valores sobre cuestiones humanitarias, el medio ambiente, la educación de los niños. Somos dos apasionado de la vida, el mundo y la gente. Esta es la misión que hemos elegido”.