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Tentaciones
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De Vetusta Morla a Izal: el 'boom' de los músicos que escriben

Librotea, la librería digital de EL PAÍS, reúne el trabajo literario de varios músicos nacionales. Hablamos con ellos para que nos desvelen el por qué de su ramalazo literario

James Stuart, Dean Martin y Orson Welles en El show de Dean Martin.
James Stuart, Dean Martin y Orson Welles en El show de Dean Martin. Cordon Press

Después de llenar salas de conciertos y convertirse en una de esas bandas que no puede faltar en ningún festival, Vetusta Morla y Mikel Izal acaban de hacer su primera incursión en la literatura. Siguen la estela de Santi Balmes, líder de Love of Lesbian, Antonio Luque (Sr. Chinarro), Ramón Rodríguez (The New Raemon), Rafa Pons, Nacho Vegas, Julio De la Rosa, María Rodés o Christina Rosenvinge, que han hecho sus pinitos literarios en los últimos años. A todos les encuentras en esta lista de Librotea. ¿Estamos ante una nueva hornada de músicos-escritores? Para saberlo preguntamos a varios de ellos por sus inquietudes literarias más allá de las musicales.

1- Juanma Latorre, guitarrista y compositor de Vetusta Morla

Juanma Latorre, el primero por la derecha, de Vetusta Morla.
Juanma Latorre, el primero por la derecha, de Vetusta Morla.

El primer libro de Vetusta Morla se titula Memoria instantánea y es un libro-viaje de seis cartografías personales más un anecdotario de ruta que convive con poemas introspectivos. Su guitarrista y compositor, Juanma Latorre, es el encargado de contestar a nuestro cuestionario sobre esta combinación entre letras y música:

¿Por qué escribir libros más allá de las letras de las canciones?

Los libros y las canciones son géneros y formatos completamente diferentes, cada uno ofrece posibilidades de las que el otro no dispone. Así que son actividades complementarias. En este caso escribir un libro nos ha permitido contar historias que difícilmente podrían haber sido narradas en una canción. Nos permite mostrar aspectos de nuestra personalidad, como el humor, que no encajan muy bien con la música de Vetusta Morla o incluso nos ha permitido a cada uno de nosotros mostrarnos de una manera individualizada dentro del colectivo, mientras que en una canción siempre nos presentamos de una manera grupal.

¿Qué diferencias y similitudes encuentras a la hora de escribir una canción y escribir un relato?

Apenas encuentro similitudes, la verdad, me parecen actividades muy diferentes. Al escribir un relato o un poema las palabras son autónomas, no se subordinan a una melodía o a un patrón rítmico, no dependen de una música, porque las palabras tienen su propia música interna, su propio ritmo y su propia melodía. Esto es muy liberador, pero también puede ser un límite, pues las palabras de una canción tienen en la música un apoyo muy importante que multiplica exponencialmente su poder de generar emociones, la palabra justa con la nota exacta, cuando se dan juntas, son un artefacto emocional totalmente arrollador, yo no conozco nada similar.

¿Qué buscas en la literatura que no esté en la música?

Con la literatura se pueden expresar ideas más complejas que con la música, que es más universal y emocional, pero también menos adecuada para transmitir mensajes conceptualmente complicados. Eso no significa que la música sea más primaria, más bien al revés, pero sí que es mucho más abstracta, incluso cuando tiene un texto. En la literatura se puede hacer mejor uso de los personajes, por ejemplo, que también pueden ser protagonistas de una canción, pero hay mucho menos espacio para desarrollarlos. En la literatura, además, al ser un trabajo personal y no de equipo como la música, te puedes permitir ser más íntimo y puedes rebajar la carga de metáforas verbales y sonoras que interponemos delante de nosotros en la música para vencer el pudor. Hacer una canción se acerca mucho más a la poesía que a la narrativa, pero se puede decir que cada una de estas tres artes tiene sus propios mecanismos, retos y hallazgos.

2- Mikel Izal, líder de Izal

Aunque apenas se le vea la cara, sí: es Mikel Izal, cantante y guitarrista de Izal.
Aunque apenas se le vea la cara, sí: es Mikel Izal, cantante y guitarrista de Izal.

El músico navarro, líder de la banda IZAL, se ha lanzado al ruedo con Los seres que me llenan (Aguilar), una serie de 24 relatos sobre diferentes personajes que no tienen más remedio que vivir en este mundo imperfecto. Pese a que es su primera vez, le ha cogido el gusanillo. Al menos se le ve cómodo en esta nueva tarea.

¿Por qué escribir libros más allá de las letras de las canciones?

Son dos mundos narrativos muy diferentes. Lo que me "cabe" en un relato puede no ser así en una canción, y viceversa. En los relatos puedo ahondar en detalles, es una escritura mucho más cruda que la de una canción, sin tanto escondite metafórico. En los relatos muestro las historias de una forma mucho más directa y desnuda. En ese aspecto ha sido muy emocionante pensar en ese exhibicionismo público. Me va el riesgo. Me va la marcha.

¿Qué diferencias y similitudes encuentras a la hora de escribir una canción y escribir un relato?

Algunas diferencias las he comentado ya. En cuanto a similitudes, los relatos cortos han sido para mí el medio natural en el que comenzar a moverme en la prosa. Creo que tanto una canción cómo un relato corto encapsula una idea y la desarrolla de forma breve y directa, al grano y ademas dentro de un disco las canciones son entes autónomos, sin relación entre sí (en la mayor parte fe ocasiones). Lo mismo sucede con las historias que componen mi libro. Es un cambio de tercio constante.

¿Qué buscas en la literatura que no esté en la música?

El detalle de la historia, sus recovecos. No me quedo en la explicación del concepto general mediante imágenes en la que muchas veces se mueve una canción si no que puedo ahondar en las profundidades de la historia, sacarles todo el jugo.

3- Santi Balmes, líder de Love of Lesbian

En el centro de la imagen, Santi Balmes: lesbiano y escritor.
En el centro de la imagen, Santi Balmes: lesbiano y escritor.

El líder de Love of Lesbian, Santi Balmes, ya sabe lo que es moverse por aguas literarias. En 2011 publicó Yo mataré monstruos por ti, con ecos del Maurice Sendak de Donde viven los monstruos, un año después, ¿Por qué me comprasteis un walkie-talkie si era hijo único?, libro humorístico que aludía a los niños prodigio, y en 2014, La doble vida de las hadas, relatos de corte surrealista con Balmes como protagonista. Ahora acaba de empezar la gira con grupo con motivo del nuevo álbum El cometa Halley.

¿Por qué escribir libros más allá de las letras de las canciones?

Durante unos años escribí sin parar. Así pues, hubo un día en el que mi vaso se llenó, me desbordé y empecé a necesitar otros medios. De igual manera pienso que no todo lo que uno escribe está hecho para ser cantado.

¿Qué diferencias y similitudes encuentras a la hora de escribir una canción y escribir un relato?

Básicamente una canción, por muy buena que sea la letra, tiene que estar supeditada a una emoción que intentas verbalizar. Un relato puede basarse en una reflexión, idea, situación interesante, o también una emoción, pero su proceso de elaboración es mucho más mental, sereno, exceptuando cierto tipo de poesía desbocada jaja.

¿Qué buscas en la literatura que no esté en la música?

Son vasos comunicantes. Al menos para mí es indisociable. Mi manera de escribir ha influenciado en mi música y viceversa. Crecen de manera paralela.

4- Ramón Rodríguez a.k.a The New Raemon

Perfil polifacético el que gasta The New Raemon que lo mismo te escribe una canción que te dibuja un cómic.
Perfil polifacético el que gasta The New Raemon que lo mismo te escribe una canción que te dibuja un cómic.

Aunque se define como dibujante frustrado, Ramón Rodríguez, de The New Raemon, no ha perdido su pasión por el dibujo. De ahí que intercale las letras intimistas y pop-folk de su grupo con cómics como Ausencias (Astiberri) y Alfa, Beta, Bronson (La Cúpula). El primero lo publicó en 2012 junto a la dibujante Cristina Bueno, y en él ahonda en su propio pasado y su enfermedad –sufrió ataques epilépticos de niño–. El segundo, en el que ha contado con José Ramón Grela para las ilustraciones, sale este mes de mayo, y tiene grandes dosis del mundo musical. Con su banda publicó el año pasado el álbum Oh, rompehielos.

¿Por qué escribir libros (en tu caso, tebeos) más allá de las letras de las canciones?

Soy dibujante frustrado, dejé el lápiz por la guitarra. Escribo tebeos por eso, al menos así puede dibujarlos alguien con talento para el dibujo y veo el resultado final con una sonrisa boba.

¿Qué diferencias y similitudes encuentras a la hora de escribir una canción y escribir un tebeo?

Tal como entiendo una canción pop, escribir una letra es un proceso algo distinto al de escribir poesía, literatura o cómics. Se trata de un hijo menor dónde se mezclan tres factores: tu habilidad musical, el lenguaje y el tono que mejor se adapte para comunicar el mensaje deseado y tus dotes de intérprete a la hora de cantar esa historia. Además, la forma en que el público recibe ese mensaje también es diferente a la palabra escrita, comparten universo pero son mundos distintos.

Jamás me consideré un poeta, tan solo un escritor de canciones, que es como me gusta definir lo que hago. Eso sí, me esfuerzo mucho para que los textos tengan personalidad y calidad, para eso leo mucha literatura y poesía, sin ellas no existirían las canciones.

¿Qué buscas en los tebeos que no halles en la música?

Diversión. La creación de canciones puede llegar a ser algo obsesivo a veces.

5- Antonio Luque, de Sr. Chinarro

Antonio Luque, poniendo la mirada en su próximo trabajo.
Antonio Luque, poniendo la mirada en su próximo trabajo.

El sevillano Antonio Luque, Sr. Chinarro, publicó Socorrismo, su primer libro de relatos, en 2009. Después le siguió su participación en la antología Matar en Barcelona (2009), su crónica sentimental del Betis, Marchito azar verdiblanco (2012) y, por último, Exitus (2012), su primera novela en la que narra la historia de un chaval que tiene que buscarse la vida. Mientras tanto ha ido lanzando al mercado varios álbumes con sus características letras de costumbrismo pop. El más reciente, El progreso, publicado este 2016.

¿Por qué escribir libros más allá de las letras de las canciones?

Escribir una novela es un reto para mucha gente. De hecho se habla de lo del hijo, el árbol y el libro, y nada se dice de las canciones. Montar una ficción completa ayuda mucho a entender la naturaleza de la realidad, aunque quizá para hacer que la entiendan los demás sean más inmediatas las canciones. Uno hace lo que sabe o cree que sabe. También me gusta cocinar.

¿Qué diferencias y similitudes encuentras a la hora de escribir una canción y escribir un relato?

Una canción puede ser un relato corto. La ayuda de la música es muy estimable, tanto que a veces sirven para las canciones frases aparente o realmente inconexas.

¿Qué buscas en la literatura que no esté en la música?

Liberarme de los cables y el volumen tan alto.

6- Nacho Vegas

Nacho Vegas no está triste está rimando sobre corrupción. Y eso apaga el gesto.
Nacho Vegas no está triste está rimando sobre corrupción. Y eso apaga el gesto.Juan Pérez-Fajardo

Entre el folk y el rock se mueve este músico asturiano que desde los noventa ha ido acopiándose de una legión de seguidores. Como escritor ha publicado varios relatos, el libro Política de hechos consumados, un compendio de textos en el que se mezcla el intimismo, lo onírico y fantástico y la crudeza de la realidad. Más o menos como sucede en sus canciones. También ha participado como prologuista en ensayos como Indies, hipsters y gafapastas. Crónica de una dominación cultural. Su último disco es Canciones populistas, de diciembre de 2015.

¿Por qué escribir libros más allá de las letras de las canciones?

Porque hay cosas que tienen que ser cantadas y otras que tienen que ser contadas.

¿Qué diferencias y similitudes encuentras a la hora de escribir una canción y escribir un relato?

Cuando compones una canción la música te proporciona el ritmo y la armonía. A cambio lo que escribes tiene que ser elíptico debido a la propia naturaleza de la canción. La literatura te da más libertad narrativa, pero exige que el texto posea un ritmo y una armonía internas. Son dos lenguajes diferentes aunque sean hermanos, y cada uno te ofrece sus propias posibilidades y te impone sus propias limitaciones. Ningún lenguaje es perfecto, afortunadamente. Si no este sería un mundo monolítico.

¿Qué buscas en la literatura que no esté en la música?

En realidad, lo mismo. Decía Houellebecq hace poco que necesitamos los libros para no conformarnos con la vida, y eso también se puede decir de las canciones. Con la literatura consigues volver a mirar el mundo con otros ojos, reaprender la vida. Con la música consigues armonizar el desorden que es vivir, y también celebrar el hecho de estar vivo.

7- Rafa Pons

Peineta y literatura: una pareja cultural.
Peineta y literatura: una pareja cultural.

Cantautor con varios discos en el mercado, Rafa Pons publicó en 2014 el libro de relatos A cuento de nada, poco antes de su último álbum, Disimula. Y mientras que en las canciones, Pons tiende a construirse un personaje (con bastante sorna), en los cuentos aparece más distanciado, más reflexivo. Quizá porque en su caso partió de la literatura a la ‘ligereza’ de la canción.

¿Por qué escribir libros más allá de las letras de las canciones?

Yo empecé al revés, escribiendo cuentos hasta que encontré que las letras de canciones eran también un género literario de alguna manera. Abandoné la hoja en blanco en post de las canciones hasta que un día me rompí un pie en un concierto y ya tenía grabado el disco nuevo, así que recuperé la narrativa como una distracción. Un día me dio por mostrarlo a gente de confianza y ellos me animaron a publicarlos.

¿Qué diferencias y similitudes encuentras a la hora de escribir una canción y escribir un relato?

En mi caso es totalmente diferente. Las letras de canciones conviven conmigo mucho tiempo. Las voy macerando con el tiempo. Terminándolas de a poco. En los relatos es al revés. En un 90% de los casos empiezan y acaban en la misma sentada. Casi nunca sé a donde voy cuando arranco. Es el proceso inverso totalmente.

¿Qué buscas en la literatura que no esté en la música?

En las canciones soy más preso de mi personaje, de mi voz, de mi imagen. En los relatos no hay límites. Puedo ser lo que imagine. En la música la melodía es una vaselina impresionante que facilita mucho que penetren las palabras, pero la intimidad de la lectura en la página, de la creación de mundos y demás es muy atractiva para contar una historia.

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