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La última faena de El Cordobés

El veterano torero se enfrenta a una demanda de paternidad y a un divorcio con un cuantioso patrimonio

Raúl Limón
Manuel Benítez y su entonces esposa Martina Fraysse, en 2014.
Manuel Benítez y su entonces esposa Martina Fraysse, en 2014.Europa Press

A Manuel Benítez, El Cordobés (Palma del Río, Córdoba, 1936), la vida le ha puesto en suerte dos circunstancias con las que tiene que lidiar: la demanda de paternidad del también torero Manuel Díaz y la separación de su esposa Martina Fraysse, nueve años más joven que él y con quien se casó en 1975 y tiene cinco hijos. Es el último tramo vital de un mito rodeado de extravagantes episodios que incluyen la muerte a tiros de un impostor que quiso ser su hijo, otra hija reconocida en los tribunales y una veintena de empresas gestadas durante años.

La demanda de paternidad se resuelve el 28 de abril en el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Córdoba. La prueba de ADN, a diferencia de las dos demandas anteriores contra El Cordobés en las que no se hizo, es determinante y hace innecesaria incluso la presencia de los testigos previstos por Manuel Díaz. Una sentencia favorable obligaría a ambos a asumir derechos y obligaciones vinculadas a la paternidad, incluyendo los legítimos sobre el patrimonio del veterano torero, quien figura como administrador, presidente, consejero, apoderado y socio de 17 empresas. No obstante, el abogado del demandante, Fernando Osuna, afirma que este no se ha planteado esta posibilidad aún. Ni siquiera si quiere cambiarse los apellidos, una opción posible a partir de que se dicte sentencia y el torero quede inscrito en el Registro Civil como hijo del veterano matador.

El mito de El Cordobés se forjó durante la posguerra. Huérfano de padre y madre, de niño rebuscaba entre los campos de Palma del Río para comer. Llegó a pasar por la cárcel por la aplicación franquista de vagos y maleantes y recibió palizas de los agentes del pueblo. Ensayó en los campos por las noches ante cualquier toro que pastara por la zona hasta que decidió ir a Madrid, donde se buscó la vida como albañil, y se hizo torero. Un día saltó a Las Ventas de espontáneo y a punto estuvo de perder la vida corneado en la plaza. Pero Luis Losa le dio la oportunidad como novillero, pasó de cobrar 75 euros de entonces (12.500 pesetas) a 480 en poco tiempo y se convirtió en un mito que ocupó incluso la portada de la revista Life.

Manuel Díaz, con Virginia Troconis el pasado junio
Manuel Díaz, con Virginia Troconis el pasado junioEuropa Press

Manuel Benítez conoció a María Dolores Díaz González (Jaén, 1947) en una casa de Madrid adonde esta fue a trabajar con 16 años. Tiempo después, la joven, ya camarera, se quedó embarazada, pero El Cordobés se negó a reconocer que era el padre de Manuel Díaz. Ahora, 47 años después, los tribunales cierran este capítulo. No es la primera vez que el veterano torero se enfrenta a algo así. La Audiencia Provincial de Córdoba ya ratificó hace 16 años que María Ángeles Raigón Carreras (Córdoba, 1969) es hija del diestro. Ella sí ha cambiado su apellido.

La estabilidad a la vida del diestro se la dio María Martina Fraysse Urruty con quien se casó en 1975 y con quien tuvo cinco hijos: María Isabel, Manuel María, Rafael, Martina y Julio. Tras 50 años, también este episodio del torero llega a su fin por un divorcio que El Cordobés admite como “doloroso”.

El matador niega que esta separación sea estratégica para blindar el patrimonio acumulado. La ley le da la razón, ya que el reconocimiento de la paternidad conlleva el derecho a la legítima, la parte proporcional de la herencia reservada a los herederos forzosos. No es el caso de Manuel Díaz por ahora, según ha confirmado su abogado.

Durante estos años, la familia Benítez Fraysse ha forjado un entramado de una veintena de empresas. El diestro y su familia cuentan con sociedades de todos los ámbitos, desde una carpintería hasta gestoras inmobiliarias y empresas de explotación agrícola. También figuran en la Sicav Mirabel. Estas entidades son sociedades de inversión colectiva en valores mobiliarios y otros activos financieros que tributan al 1% en el impuesto de sociedades, aunque los accionistas de forma individual pagan entre el 19% y el 23% de la venta o de los dividendos de la misma.

“Cuento con que mis hijos, fruto de mi relación con Martina Fraysse, tienen respeto y cariño por mi persona. Además, trabajan o han trabajado conmigo, siguiendo mis indicaciones y consolidando el patrimonio familiar”, ha afirmado el torero en un comunicado con el que ha salido al paso de las especulaciones sobre el destino de los bienes del matrimonio. Manuel Díaz, por su parte, no ha respondido a este medio.

El falso vástago muerto a tiros

R.L.

El episodio más trágico y rocambolesco en la vida de Manuel Benítez llegó de Estados Unidos. Alina E. Velasco, una profesora estadounidense, demandó al torero en 1982 por ser supuestamente el padre de su hijo Manuel, concebido en una visita de la mujer a Córdoba y nacido en 1967. Aunque los tribunales le dieron inicialmente la razón, el diestro peleó hasta que en 1999 se anuló el reconocimiento de la paternidad, basada en fotografías falsas y certificados inadmisibles en España.

Manuel Velasco adoptó el nombre artístico de Mark Everett y participó en las películas La gran aventura de Pee-wee (1985) y Con ganas de triunfar (1988), además de anuncios y series, entre las que se encuentra Autopista hacia el cielo.

En 1990 se relacionó con Stephanie Spears y tuvo un hijo. Más tarde fue condenado por posesión de drogas y armas. En 2004 resultó acusado de asesinar a esta mujer en presencia de su hijo. El FBI ofreció 20.000 dólares como recompensa y pasó a ser una de las personas más buscadas de América.

Finalmente fue acorralado tres días antes de la Navidad del año 2008 en un restaurante situado en El Monte (California). Se atrincheró en los baños con su hijo y murió tiroteado por la policía.

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Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.

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