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PORQUE LO DIGO YO
Columna
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Nonagenaria

Lleva casi 65 de discreción y sonrisas congeladas. Nadie sabe cuánto se estirarán los 90

María Porcel
Isabel II, ayer durante su paseo alrededor de Windsor para celebrar su 90 cumpleaños.
Isabel II, ayer durante su paseo alrededor de Windsor para celebrar su 90 cumpleaños.Samir Hussein (WireImage)

Es la ciudadana más conocida del planeta Tierra, con permiso incluso de Kate Middleton (Obama, Letizia, Kardashians de pacotilla: bleh). Si pones su retrato —con sombrero, por favor— ante casi cualquiera en casi cualquier país sabrá decírtelo: ¡La reina! ¡The Queen!

Ese conocimiento choca, es inevitable, con lo opaco de su figura. Conocemos al dedillo la canción favorita de Obama, el champú de Letizia y el ¿todo? de las hermanísimas de pacotilla, pero apenas sabemos nada de ella. Isabel II resulta tan hiperexpuesta como hermética. De su madre se conocían sus gustos, como por la siempre refrescante ginebra; de su marido, su carácter, con una ironía que roza la mala educación (ser duque realísimo no dispensa de malafollá); de su primogénito y heredero, sus pasiones (no hablamos de Tampax): la naturaleza, lo eco, lo bio.

De ella apenas algún gesto, alguna anécdota. Dicen que es austera en todo, de la comida a la calefacción, que tiene sentido del humor (esa escena con James Bond…), que quiso a sus hijos aunque lo expresó mejor con sus nietos y babea por sus bisnietos. Que siempre lleva el mismo peinado, el mismo tipo de vestido, el mismo color en bloque para que sea fácil de reconocer, para que la gente que vea esa figurilla rodeada de su corte capte dónde está la mujer que es su soberana, la cabeza de su iglesia.

90 años cumplió ayer esta reina que lo fue por pura carambola, a la que proclamaron monarca en plena sabana keniata con 26 años. Lleva casi 65 de discreción y sonrisas congeladas. Nadie sabe cuánto se estirarán los 90 ni que vendrá en los próximos 65. Discreción y hermetismo helado seguro que no. Testas coronadas, veremos cuántas.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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