Fraude solar
Que en el país del sol por antonomasia su Gobierno penalice a quienes intentan aprovechar este inmenso recurso renovable para producir electricidad con denominación de origen autóctona, y se beneficie, por el contrario, a los que para el mismo fin utilizan combustibles fósiles foráneos, no solo es un contrasentido sino sencillamente un gran fraude.
Que en el nublado norte europeo la energía solar incremente geométricamente su peso en el sistema eléctrico, y que en la soleada España la dirección sea precisamente la contraria y además por prescripción legal, denota claramente que el Gobierno prima cierto interés empresarial al interés general.— Martí Gassiot.
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