6 fotosSeis formas en que el gimnasio puede amargarle la vidaQue sí, que el deporte es bueno. Pero lanzarse a la sala de máquinas sin una formación previa suele derivar en estas lesiones comunesOlga Fernández Castro31 mar 2016 - 10:39CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceEjercitarse en las máquinas sin saber bien lo que hace puede provocarle dolor en la parte baja de la espalda o lumbalgia. Algo bastante frecuente, según la 'Revista Española de Reumatología', que asegura que el 70% de la población la desarrollará a lo largo de su vida adulta. El fisioterapeuta Javier López Marcos describe dos causas que la provocan: mala colocación en la bicicleta estática, por ejemplo, realizar ejercicio con el manillar excesivamente bajo, lo que hace curvar la espalda y aumenta la tensión en la zona lumbar; y el levantamiento de pesas con mala técnica, es decir, elevar las pesas desde el suelo sin flexionar las rodillas y sin curvar la columna. Para prevenirlo, el experto recomienda "fortalecer la parte baja de la espalda mediante ejercicios que trabajen distintos músculos del abdomen".Si piensa que el pie es la parte del cuerpo que más sufre cuando corre en la cinta andadora, se equivoca: es la rodilla. "El error más común es correr sobre la cinta con exceso de peso (sobrepeso u obesidad), lo cual produce un gran impacto sobre esta articulación y puede provocar dolor y, en algunos casos, inflamación", alerta el fisioterapeuta Javier López. En este caso, la mejor forma de prevenir la lesión –aconseja el especialista– es caminar sobre la cinta en lugar de correr e ir incrementando paulatinamente la pendiente de la misma, "porque está demostrado que así se queman las mismas calorías: correr a 8 km. por hora equivale a caminar a 5 km/h con una pendiente del 8–10%"."La causa más frecuente de lesión en la articulación del hombro es el resultado de una mala técnica unida a la debilidad en el manguito de los rotadores (cuatro músculos que lo rodean)", explica López Marcos. ¿Qué ejercicio implica más riesgo? Según apunta este especialista, lo peor es realizar pesas sin una adecuada progresión, es decir, cogiendo más peso del debido. "Para evitarlo hay que tonificar la musculatura del hombro con poco peso y, luego, ir subiendo de peso o de repeticiones o disminuir el tiempo de descanso entre cada serie", sugiere. Los síntomas de una lesión en el hombro, además de dolor e inflamación, suelen incluir dificultad del movimiento, de ahí que requiera ser visto por el médico para descartar cualquier problema mayor.Mónica García Mateos, profesora universitaria de fisioterapia y fisioterapeuta de la selección femenina de balonmano de España, pone énfasis en las lesiones de la musculatura del cuello, que en este caso están provocadas por la ejecución de ejercicios con mala postura: "Hacer pesas para fortalecer la zona dorsal de la espalda puede dar lugar a cervicalgias o dolor cervical". Para evitar daños, el ejercicio de tirar de peso hacia abajo desde la posición sentado, se debe realizar manteniendo la espalda recta y el cuello alineado con la misma, según recomienda la experta.La contracción lesiva puede darse en cualquier músculo y es importante destacarla por su tendencia a cronificarse. Según explica la fisioterapeuta Mónica García Mateos, se trata de un encogimiento de la fibra muscular originado principalmente por sobrecarga (exceso de pesos o de ejercicio) y el dolor aparece en un lugar diferente al de la lesión. Para evitarlas se debe trabajar la flexibilidad de los músculos y hacer un buen calentamiento. "No es invalidante –dice–, por lo que la persona suele seguir practicando ejercicio y arrastrando el problema. Se debe cesar en la actividad y acudir al especialista, porque aunque el dolor desaparezca no es raro que el trastorno regrese". Su médico le dirá de qué tipo de lesión se trata y le remitirá, si es pertinente, a un fisioterapeuta. Realice estiramientos y aplique frío en la zona mientras espera la consulta.Si no está acostumbrado al ejercicio físico, es muy probable que sufra agujetas. No se consideran lesiones, sino dolores musculares difusos que aparecen tras el ejercicio intenso en personas con falta de entrenamiento, como explica el Departamento de Reumatología de la Universidad Autónoma de Barcelona. "Suceden porque al realizar ejercicio se producen pequeñísimas roturas de la fibra muscular que dan lugar a inflamación muy leve y a molestias", explica el fisioterapeuta Javier López Marcos. Para prevenirlas, recomienda quedarse con ganas de más ejercicio en lugar de pasarse en la cantidad. Y para tratarlas, olvídese del agua con azúcar, ya que según afirma este especialista, no sirve para nada: "La mejor manera de tratarlas es la inmersión en agua con hielo para bajar la inflamación y realizar estiramientos que no sean dolorosos, es decir, que requieran poca amplitud de movimiento".