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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado
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Contaminación lumínica, posible causa del insomnio en la ciudad

Una farola delante de pisos habitados, cerca de la Fontana de Trevi, Roma. Foto de Dietmar Rabich. Wikimedia Commons.

Las luces de la calle pueden estar interfiriendo en el sueño de millones de personas en las zonas urbanas de todo el mundo. Esto es lo que Maurice Ohayon, director del Centro de Investigación en Epidemiología del Sueño de la Universidad de Stanford de California, concluye en un reciente estudio publicado el pasado 1 de marzo y que se presentará en la próxima reunión anual de la Academia Americana de Neurología, que tendrá lugar en Vancouver el próximo mes de abril. Lo que los investigadores del centro han podido concluir, después de ocho años de investigación en el que se ha entrevistado a 15.863 personas y de comparar datos de la programación vía satélite de Meteorología del Departamento de Defensa de Estados Unidos para trazar el nivel de luz nocturna a la que estaban expuestos los entrevistados, es que parece haber un vínculo directo entre las luces que entran por la ventana y los trastornos del sueño entre los residentes urbanos.

Según el equipo de Stanford, las personas que viven en ciudades de 500.000 personas o más están expuestas a luces nocturnas que son entre tres y seis veces más intensas que las personas que viven en ciudades pequeñas o zonas rurales. Así, la gente que vive en ciudades más grandes es un 6% más propensa a dormir menos de 6 horas diarias y a sufrir de despertar confuso (tal como lo define el término científico) durante la noche que las personas con baja exposición a la luz. El estudio también evidencia que las personas que tienen más problemas para descansar durante la noche son más propensas a tener somnolencia excesiva durante el día. Las consecuencias de una peor calidad del descanso, por lo tanto, no solamente tiene efectos perjudiciales para la salud, sino que también afectan directamente a la actividad diurna que desempeñan los residentes urbanos.

El equipo de Maurice Ohayon, que ya en 2014 presentó un estudio sobre la borrachera de sueño o el despertar confuso, advierte ahora sobre los efectos secundarios de aumentar la actividad de las ciudades o de hacer que las urbes funcionen "las 24 horas de los siete días de la semana". Dormir mal puede producir somnolencia, aumentar el riesgo de accidentes, disminuir la calidad de vida y producir dolencias físicas y psíquicas. Además, según los expertos, la falta de un sueño reparador puede estar relacionado a la obesidad, la depresión y otros trastornos de la salud. Si bien ya hay evidencias científica que indican que la deuda de sueño es una de las causas de perder memoria y defensas, de arrugarse antes de tiempo y de desarrollar diabetes e hipertensión, se hace necesario tomar armas en el asunto y recordar trucos para dormir como un bebé y pautas para dormir mejor. Pero quizás lo primordial es tomar medidas simples, tan lógicas como abastecerse de unas buenas cortinas, bajar las persianas durante la noche o hasta utilizar un buen antifaz para paliar las nefastas consecuencias que la contaminación lumínica puede suponer para la salud y la vida en la ciudad.

Comentarios

Que tonterías , por favor, pues que bajen persianas, se pongan cortinas que no .dejan pasar la luz y otras para que ya no entre nada, nada de luz ¡¡ Hay que ver a lo que se dedican algunos!!!!
Excelente nota, este es el periodismo que importa el de la gente, aca en Buenos Aires se ha logrado unos pocos fallos a favor de los vecinos felicitaciones
es un hecho muy real
Que tonterías , por favor, pues que bajen persianas, se pongan cortinas que no .dejan pasar la luz y otras para que ya no entre nada, nada de luz ¡¡ Hay que ver a lo que se dedican algunos!!!!
Excelente nota, este es el periodismo que importa el de la gente, aca en Buenos Aires se ha logrado unos pocos fallos a favor de los vecinos felicitaciones
es un hecho muy real

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