"Yo no soy racista, pero... Pero no le alquilaría mi casa a un inmigrante, pero no me veo saliendo con un negro, pero es que las diferencias culturales son las que son, pero no quiero una asistenta extranjera en mi casa porque donde esté una española que se quite todo lo demás, pero en los colegios públicos el nivel es muy bajo porque hay mucho inmigrante, pero aquí no hay empleo para todos así que mejor que no vengan, pero es que saturan las urgencias..."
EL REVISOR INFALIBLE DE LEOPOLD: En los últimos años me han parado un par veces los revisores de los autobuses pidiéndome el billete directamente. Hay gente que piensa que las personas “de color” no pagamos el transporte. Hay discriminación. No somos los malos. Muchas veces te hacen sentir como si fueras un delincuente. ¿Por qué no les preguntan a ellos también? ¿Por qué viene a por mí directamente?
LA DURA ENTREVISTA DE TRABAJO DE ADELA: En una entrevista de trabajo mi perfil encajaba con lo que buscaban, pero todas las preguntas se encaminaban a saber mi origen y mis raíces. Soy gitana, y mis rasgos y apellidos así lo reflejan. Ellos lo que querían es que les dijera que era gitana, pero no lo dije, por más que me preguntaban. Lo sabían perfectamente. Me repitieron en alto mis apellidos. Estoy orgullosa de mí y de mis raíces. Y sé estar en cada sitio, pero no tenía por qué decírselo.
LOS PAPELES DE FAITH: Me dirigía a la casa en la que trabajo como interna cuando dos policías me retuvieron para pedirme los papeles. Me dijeron que habían recibido un aviso de un incidente en la zona y que ellos sólo hacen su trabajo, pero, ¿por qué a mi?
SIN DERECHOS COMOTRABAJADOR PARAFAD: Nunca he dudado en defenderme de los abusos que sufría como trabajador agrícola. Los retrasos e impagos son inaceptables y no estoy dispuesto a tolerarlos aunque a cambio sufra insultos y faltas de respeto de quien quiere aprovecharse de mí. Yo soy un trabajador, tengo mis derechos, no soy un criminal.
Una vez respondidas las preguntas, el usuario puede acceder a los resultados de la encuesta. Y en ella se observan unos resultados muy sorprendentes sobre la percepción que los ciudadanos tenemos sobre nuestra propia intolerancia. Por ejemplo, un 87% de los encuestados cree que la población española desconfía por sistema de las personas inmigrantes. Un 88% afirma que se ponen demasiadas trabas a quienes aspiran a conseguir la nacionalidad española, y un 80%, que las autoridades trata peor a las personas magrebíes que a las españolas.
Vistos unos resultados tan pesimistas, Red Acoge anima a que demostremos nuestra tolerancia con una acción en redes sociales. Es sencilla: se trata de compartir con el hashtag #Tolerancia100 una foto de uno mismo con un cartel como éste, que reza "Yo sí soy tolerante 100%.
Y tú... ¿te atreves a saber si eres una persona tolerante?
Comentarios
El tema del racismo es una asunto muy delicado, que a veces se intenta manipular dependiendo de por donde sople el viento de los intereses.Está bien que todo el mundo sea respetado, independiente del color de la piel, las creencias religiosas, el sexo, o la edad que se tenga.Según estipulan los derechos humanos aceptados de forma unánime de forma internacional.Pero a nivel de calle, lo que no se acepta públicamente es confundir con racismo el delito, o el abuso descarado.Desde la óptica de la solidaridad social, que empieza en el mismo momento en que pagamos nuestros impuestos en un estado de derecho.En la calle la ciudadanía siempre hemos de respetar las diferencias, pero el delito se ha de perseguir lo cometa quien lo cometa.Por eso existen las leyes.No puede ser que se exijan impuestos al personal que ya está establecido, y luego se le burlen los derechos que se tienen adquiridos permitiendo en nombre del respeto a la diversidad que otros ciudadanos campen a sus anchas por sus respetos. Porque entonces hay que preguntarse: ¿Quién sostiene a los servicios sociales?.Si todo el mundo vamos a lo nuestro.La sociedad que tenemos formada hoy día funciona bien, porque tenemos unas leyes y unas normas civiles, que hay que cumplir.No es racismo perseguir el delito, se llame como se llame.En esta sociedad, si queremos mantenerla hemos de cumplir y hacer cumplir la ley.Para poder ser justos.Y quienes vengan a asentarse en los países llamados del primer mundo o desarrollados, han de cumplir todas las exigencias civiles que dictan las leyes.Siendo cívicos, pues eso no es ser racistas. Se puede ayudar desde la solidaridad institucional, y si se quiere a nivel personal colaborando con las diferentes instituciones, públicas o privadas.Pero sin confundir el civismo con el racismo.La responsabilidad ciudadana con la manipulación, venga de donde venga.Pues gente aprovechada, lamentablemente siempre habrá en todas partes.Intentando sacar tajada.
Conozco a personas inmigrantes muy bien colocadas y con todos sus derechos, en grandes ciudades puede haber de todo , pero tanto de inmigrantes como de no inmigrantes; lo realmente importante es que el inmigrante , si se le ofrece y no hay conflicto, es que intente adaptarse en el país donde vive y nosotros respetar sus costumbres, sobre todo, si son de tipo religioso.
En todas esas afirmaciones que haces referencia al principio del blog, hay algunas que no reflejan para nada la intolerancia, porque lo que no se le alquili la casa a un inmigrante no es por intolerancia sino por desconfianza , algo parecido a no alquilarsela a un estudiante o lo de salir con un negro, ambas no son por intolerancia es porque no estamos acostumbrados a convivir con ellos, España es un pais de raza blanca y puede resultar raro ver a las personas de color, pero eso no quiere decir que no se hayan hecho parejas mixtas, en tan poco tiempo y además, con más tiempo pueden hacerse muchas más, luego esos dos aspectos yo no los veo como intolerancia.Las otras afirmaciones si que pueden tener algo de intolerancia, pero la verdad que no he visto esos casos, al revés he presenciado como cogian a trabajar a extranjeros porque los nacionales no querían hacer ciertos trabajos, y entre ellos los de limpieza y los del campo y, en cuanto a las consultas, tampoco he visto más inmigrantes esperando que nacionales, si acaso en ocasiones muy puntuales; me dá la impresión que es al contrario que somos bastante tolerantes para lo que nos ha tocado vivir, me refiero después de una guerra civil, y tenenr que salir a duras penas de la mala situación económica del país.
La realidad es que todos tenemos algo de intolerantes, pero sinceramente creernos superiores a los demás es tonto y burdo y es una manera de no comprender que independientemente de nosotros somo humanos e iguales en esa proporción. Cito una querida frase de uno de mis escritores favoritos para ejemplificar lo que digo: “TODO HOMBRE QUE CONOZCO ES SUPERIOR A MÍ EN ALGÚN SENTIDO. EN ESE SENTIDO, APRENDO DE ÉL“. RALPH WALDO EMERSON
El tema del racismo es una asunto muy delicado, que a veces se intenta manipular dependiendo de por donde sople el viento de los intereses.Está bien que todo el mundo sea respetado, independiente del color de la piel, las creencias religiosas, el sexo, o la edad que se tenga.Según estipulan los derechos humanos aceptados de forma unánime de forma internacional.Pero a nivel de calle, lo que no se acepta públicamente es confundir con racismo el delito, o el abuso descarado.Desde la óptica de la solidaridad social, que empieza en el mismo momento en que pagamos nuestros impuestos en un estado de derecho.En la calle la ciudadanía siempre hemos de respetar las diferencias, pero el delito se ha de perseguir lo cometa quien lo cometa.Por eso existen las leyes.No puede ser que se exijan impuestos al personal que ya está establecido, y luego se le burlen los derechos que se tienen adquiridos permitiendo en nombre del respeto a la diversidad que otros ciudadanos campen a sus anchas por sus respetos. Porque entonces hay que preguntarse: ¿Quién sostiene a los servicios sociales?.Si todo el mundo vamos a lo nuestro.La sociedad que tenemos formada hoy día funciona bien, porque tenemos unas leyes y unas normas civiles, que hay que cumplir.No es racismo perseguir el delito, se llame como se llame.En esta sociedad, si queremos mantenerla hemos de cumplir y hacer cumplir la ley.Para poder ser justos.Y quienes vengan a asentarse en los países llamados del primer mundo o desarrollados, han de cumplir todas las exigencias civiles que dictan las leyes.Siendo cívicos, pues eso no es ser racistas. Se puede ayudar desde la solidaridad institucional, y si se quiere a nivel personal colaborando con las diferentes instituciones, públicas o privadas.Pero sin confundir el civismo con el racismo.La responsabilidad ciudadana con la manipulación, venga de donde venga.Pues gente aprovechada, lamentablemente siempre habrá en todas partes.Intentando sacar tajada.
Conozco a personas inmigrantes muy bien colocadas y con todos sus derechos, en grandes ciudades puede haber de todo , pero tanto de inmigrantes como de no inmigrantes; lo realmente importante es que el inmigrante , si se le ofrece y no hay conflicto, es que intente adaptarse en el país donde vive y nosotros respetar sus costumbres, sobre todo, si son de tipo religioso.
En todas esas afirmaciones que haces referencia al principio del blog, hay algunas que no reflejan para nada la intolerancia, porque lo que no se le alquili la casa a un inmigrante no es por intolerancia sino por desconfianza , algo parecido a no alquilarsela a un estudiante o lo de salir con un negro, ambas no son por intolerancia es porque no estamos acostumbrados a convivir con ellos, España es un pais de raza blanca y puede resultar raro ver a las personas de color, pero eso no quiere decir que no se hayan hecho parejas mixtas, en tan poco tiempo y además, con más tiempo pueden hacerse muchas más, luego esos dos aspectos yo no los veo como intolerancia.Las otras afirmaciones si que pueden tener algo de intolerancia, pero la verdad que no he visto esos casos, al revés he presenciado como cogian a trabajar a extranjeros porque los nacionales no querían hacer ciertos trabajos, y entre ellos los de limpieza y los del campo y, en cuanto a las consultas, tampoco he visto más inmigrantes esperando que nacionales, si acaso en ocasiones muy puntuales; me dá la impresión que es al contrario que somos bastante tolerantes para lo que nos ha tocado vivir, me refiero después de una guerra civil, y tenenr que salir a duras penas de la mala situación económica del país.
La realidad es que todos tenemos algo de intolerantes, pero sinceramente creernos superiores a los demás es tonto y burdo y es una manera de no comprender que independientemente de nosotros somo humanos e iguales en esa proporción. Cito una querida frase de uno de mis escritores favoritos para ejemplificar lo que digo: “TODO HOMBRE QUE CONOZCO ES SUPERIOR A MÍ EN ALGÚN SENTIDO. EN ESE SENTIDO, APRENDO DE ÉL“. RALPH WALDO EMERSON
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Periodista de la sección de Internacional, está especializada en migraciones, derechos humanos y desarrollo. Trabaja en EL PAÍS desde 2013 y ha desempeñado la mayor parte de su trabajo en África subsahariana. Sus reportajes han recibido diversos galardones y es autora del libro ‘El tiempo detenido y otras historias de África’.