“Lo importante es el interior”
Pelayo Díaz triunfó con un blog que le abrió las puertas de la moda, tiene más de 700.000 seguidores en Instagram y se ha consolidado como uno de los ‘it boys’ más influyentes. Ahora disfruta de la fama gracias al programa ‘Cámbiame’
Ha llegado antes de la hora. Pelayo Díaz (Oviedo, 1986) luce impecable y sonríe, pero se confiesa cansado. Viene de grabar uno de los programas de Cámbiame, una mezcla de telerrealidad y transformación de la imagen que emite Telecinco. Triunfó con un blog que le abrió las puertas de la moda, y los últimos años se ha consolidado como uno de los it boys más influyentes. Las mejores marcas le eligen como escaparate para sus 738.000 seguidores en Instagram, pero el éxito también le ha descubierto, muy a su pesar, el mundo de la prensa del corazón. Hoy se enfrenta al conflicto que supone disfrutar de una popularidad creciente y preservar, a la vez, su intimidad.
Pregunta. Si tuviera que rellenar en un impreso la casilla profesión, ¿qué pondría?
Respuesta. Cuando viajo a América y me lo preguntan en aduanas no sé qué responder. Soy bloguero, pero tristemente suena muy poco profesional porque la gente ha devaluado mucho este trabajo. Digo estilista, es algo que la gente entiende. Los que nos dedicamos a cosas creativas nos vemos algo perdidos, porque si tuviésemos que definir lo que somos nos quitaría libertad. Hoy soy estilista, mañana diseñador, pasado mañana fotógrafo… Estudié Diseño de moda y marketing en Londres.
P. ¿Un profesional forjado en la era de Internet por qué se pasa a la televisión?
R. Quería probarlo hacía mucho tiempo, pero no se había presentado el proyecto adecuado. En un blog puedes elaborar los contenidos con cuidado, pero en televisión no hay tiempo para pensar. Me pareció que Cámbiame era divertido, necesitaba dejar de tomarme tan en serio. Pero después me sorprendió porque es un trabajo serio. Ayudamos a muchas personas.
P. ¿Sintió que perdía exclusividad al exponerse ante el gran público?
R. ¡Para nada! A Andy Warhol la televisión era lo que más le interesaba, si no sales en televisión no eres nadie. La tele tiene un poder enorme, e incluso para mi trabajo como blogger supone un nivel más.
P. ¿Qué siente al cambiar a alguien?
"La moda no dicta si alguien es feo o gordo, lo dicta la sociedad"
R. Es una responsabilidad. Te pone los pies en el suelo. Yo lo que tengo me lo he ganado, pero mi vida es muy fácil y hay personas con vidas muy duras y, a veces, muy tristes. Cada vez soy más sutil y empático con ellos. Al final esa persona te dice, “he pasado un día tan bueno, jamás pensé que me llevarían de compras y me escucharían”. Esas cosas te tocan el corazón.
P. ¿El ayudar a alguien a mejorar su autoestima a través de la imagen no entra en contradicción con el mensaje de perfección que ofrece la moda?
R. Esa obsesión por la perfección no es algo exclusivo de la moda, está en la sociedad y en cualquier trabajo. La moda es una carta de presentación de nosotros mismos, una forma más de expresarnos. No apoyo la democratización de la moda, hay gente con mucho dinero que jamás se gastaría 100 euros en una camiseta y otra gente con poco que ahorra para hacerlo. Yo no voy a perder tiempo en convencer a alguien de que una marca de lujo que fabrica en París trata y paga mejor a sus empleados, por ejemplo. Por otro lado la moda no dicta si alguien es feo o gordo, lo dicta la sociedad.
P. ¿Cambiaría por amor?
R. Siempre estoy abierto al cambio, pero no me gusta hablar de mi vida personal, creo que a nadie le interesa [ha sido pareja de los diseñadores Nicolas Ghesquière y David Delfín].
P. ¿Qué le cambiaría a España?
R. Me da miedo hablar por un país entero, pero me gustaría que la gente fuese más abierta, al estilo de Londres o Berlín.
P. ¿Quiénes son sus referentes de estilo?
R. Me encanta Ryan Gosling, y en chica sigue siendo Kate Moss [da nombre a su blog, Katelovesme], de hecho cuando muera lo seguirá siendo con solo ver alguna de sus fotos.
P. ¿El secreto del éxito?
R. Sigo un único consejo, que me dio mi hermana a los 18 años: hacer lo que me dicte el corazón. Eso me ha ido llevando de un proyecto a otro, de una ciudad a otra, y por tanto a hacer lo que me apetecía.
P. ¿El interior importa más que la imagen?
R. Por supuesto, lo más importante es el interior, cómo estamos por dentro. A mí lo que más me ha funcionado, aunque suene muy hippy, es la visualización.
P. ¿Nunca le ha apetecido ir mal vestido, dejar de ser usted por un instante?
R. Antes lo hacía alguna vez, pero ahora me siento más controlado
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