Perdón episcopal
Perdón episcopal
Resulta aleccionadora la actitud del arzobispo de Madrid, monseñor Osoro, al conceder públicamente el perdón a Rita Maestre por su participación en los lamentables sucesos acaecidos en una de las capillas de la Universidad Complutense de Madrid. Con su elegante actitud, en línea con la tradición cristiana, el prelado deja en evidencia a los actuales fariseos que acuden, en tromba, a rasgarse las vestiduras por el mencionado suceso.— Francisco Calero Moreno. Madrid.
Leo las Cartas al Director publicadas el 20 de febrero sobre el juicio a Rita Maestre, en las que se interpreta este proceso como un ataque a la reivindicación del laicismo en la enseñanza, y discrepo de la opinión en ellas vertida. No creo que lo que se está llevando a juicio sea la reivindicación del laicismo en sí que, como exalumno del colegio Estudio, en buena parte heredero del legado de la Institución Libre de Enseñanza, comparto absolutamente y creo que es una reforma pendiente y necesaria en nuestra sociedad, no solo en el ámbito educativo sino en muchos otros. Lo que está siendo juzgado es la forma en la que se ha expresado dicha reivindicación, y si se puede considerar ofensiva hacia creencias que son respetables e importantes para muchas personas. En mi opinión, aunque la reivindicación es legítima y pertinente, la forma en la que se expresó es innecesariamente ofensiva. Es importante que los ciudadanos entiendan que no todo vale para reivindicar una causa, por justa que sea. Otra cosa es que ello merezca una condena penal, lo que no debería ser el caso.— Enrique Fuentes. Madrid.
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