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‘Nueve semanas y media’ cumple 30 años

La película marcó un hito en la década de los ochenta y consolidó a Kim Basinger y Mickey Rourke como nuevos 'sex symbols'

Fotograma de la película 'Nueve semanas y media'.
Fotograma de la película 'Nueve semanas y media'.

Cuando se estrenó en 1986 Nueve semanas y media (Adrian Lyne) las escenas de sexo protagonizadas por Kim Basinger y Mickey Rourke fueron acusadas de rozar la pornografía. Las relaciones ejecutadas por los dos actores agitaron las salas de cine de todo el mundo como 15 años antes el estreno de El último tango en París y las prácticas sexuales entre Marlon Brando y Maria Schneider. Kim Basinger se coronaba como nuevo sex-symbol en el papel de una galerista de Nueva York que se deja seducir por un desconocido, El director de la película Adrian Lyne, que acababa de obtener un gran éxito con Flashdance, mezclaba con éxito los ingredientes de la década de los ochenta: sexo, poder, lujo y dinero, vistiéndolos de un atractivo envoltorio estético a imitación de las revistas de moda.

“La primera vez que nos acostamos, me sujetó las manos detrás de la cabeza. Me ha gustado”. Así comenzaba el relato literario de la escritora Ingeborg Day publicado en 1978 con el seudónimo de Elizabeth McNeill, donde narraba su propia relación sadomasoquista unos años atrás. Editora de la revista femenina Ms. magazine, vería como en 1983 su nombre salía a la luz pública como autora de la misteriosa novela erótica. Su carrera literaria quedaría marcada para siempre por Nueve semanas y media hasta su suicidio en el año 2011, cuando acababa de cumplir 70 años. El éxito y fenómeno literario y social de 50 sombras de Grey resucitó de nuevo la historia de Ingeborg Day, que moriría sin desvelar el secreto de su relación sadomasoquista, como predecesora y maestra del género reeditándose con éxito de nuevo la novela.

Kim Basinger y Mickey Rourke, en la película.
Kim Basinger y Mickey Rourke, en la película.

Treinta años después, las escenas de sexo de Nueve semanas y media, más allá de algunas secuencias icónicas como el desnudo de Kim Basinger con la voz aguardentosa de Joe Cocker, han pasado a un segundo plano. Como anotaba la revista People, con cronómetro en mano, las escenas de sexo de la película se reducían a 2 minutos y 46 segundos. Una minucia si los comparamos con los cinco minutos de otro obseso del sexo como el personaje de Michael Fassbender en Shame, los 10 minutos y 28 segundos de relaciones lésbicas de La vida de Adele o los 14 minutos y 17 segundos conjugados entre Dakota Johnson y Jamie Dornan en 50 sombras de Grey.

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