Si me sacas en tu videojuego, te meto una demanda
Estos son los personajes no autorizados del mundo de los videojuegos que pueden acabar en los tribunales
Cuando a principios de este siglo se anunció que la Angelina Jolie interpretaría a Lara Croft en la versión cinematográfica del videojuego Tomb Raider los fans reaccionaron entusiasmados. La entonces neumática actriz se parecía asombrosamente a la arqueóloga más famosa de la Playstation. También se parecía mucho a ella Nathalie Cook, la modelo que se metía en la pixelada piel de Croft en ferias y eventos publicitarios. Y su sustituta, Rhona Mitra. Y las seis modelos que la sucedieron desde entonces. A fin de cuentas, el personaje que interpretaban estaba compuesto por 540 polígonos. Cualquier mujer de labios gruesos y busto generoso podría parecerse bastante a Lara Croft.
Mucho han cambiado las cosas desde entonces. Los videojuegos han llegado a un grado de realismo tal que es muy fácil adivinar las caras que se esconden detrás de los píxeles. Intérpretes como Kevin Spacey o Cara Delevingne han dado el salto del cine a los videojuegos con éxito, sobre todo económico. Ambos lo han hecho en la popular serie Call of Duty, pero las suyas no son las únicas caras conocidas que aparecen en la franquicia de Activision. En esta saga, y en muchas otras, se ha utilizado la imagen de personalidades públicas sin su permiso. La tecnología permite recrear la cara de alguien sin su consentimiento y los parecidos razonables son difícilmente demostrables en corte judicial, así que en los últimos años, muchos jugadores se han sorprendido al ver pasar ante sus mandos a más de un famoso no acreditado. Desnudos frontales, baños de sangre o el simple lucro sin autorización: muchos son los motivos que han llevado a demandar a la industria cultural que más dinero mueve en la actualidad. Estos han sido los casos más sonados:
Jonas Savimbi. Los hijos del rebelde angoleño Jonas Savimbi han denunciado a la productora del videojuego Call of Duty: Black ops II por considerar que en ella se retrata a su padre como un bárbaro sanguinario. Savimbi, que aparece en el videojuego fielmente representado, incluso en su indumentaria, juega el rol de aliado del personaje protagonista, por lo que los abogados de Activision creen que se ha hecho una representación “más bien positiva” del mismo. No opinan lo mismo los descendientes del guerrillero, que piden un millón de euros y la retirada del título de las estanterías comerciales. El juicio se está desarrollando estos días en los tribunales de París y no se sabe cuál será el fallo, pero los precedentes no ofrecen mucha esperanza para los Savimbi.
Manuel Noriega. En 2014 el exdictador panameño Manuel Noriega demandó a Activision por el mismo videojuego. Y es que el malo malísimo de Call of duty: Blacks ops II es Noriega, y se usa tanto su imagen como su nombre. El exdictador, de 82 años y en libertad después de cumplir dos décadas en prisión por narcotráfico, presentó una demanda muy similar a la de Savimbi, pero el tribunal la desestimo.
Ellen Page. La interprete de Juno nunca cedió su imagen para el videojuego The last of us, sin embargo el parecido que guarda esta con su protagonista es asombroso. La actriz acusó a la empresa creadora, Naughty Dog, de haber copiado su imagen y se mostró especialmente molesta por el hecho de estar en ese momento inmersa en la creación de otro videojuego, Beyond two souls, por el que sí iban a pagarle. Pero Page parece no haber tenido mucha suerte en el mundo de las consolas y su proyecto tampoco acabó demasiado bien. Según los emails de la productora Sony, filtrados por WikiLeaks, la actriz estudió demandar a la compañía después de que se modificara el código del videojuego para poder ver al personaje principal, o sea, a Page, completamente desnuda.
Kim Jong-Un. El juego Glorious Leader! es un arcade clásico en el que el jugador maneja al dictador de Corea del Norte. A lomos de un delfín, de un unicornio, o de su amigo en la vida real, el jugador de baloncesto Dennis Rodman, el mandatario debe “eliminar hordas de imperialistas”. Las relaciones entre Corea del Norte y EE.UU. no son las mejores, así que pedir una extradición para juzgar a la compañía estadounidense Moneyhorse Games en suelo norcoreano no parecía una opción.
La NFL. La liga profesional de fútbol americano demandó a EA Sports por haber utilizado la imagen de sus jugadores sin su consentimiento y haber reproducido sus características físicas –velocidad, fuerza, resistencia– en un videojuego. Los creadores se defendieron trayendo a colación la primera enmienda y su derecho “a crear trabajos –bajo cualquier forma– que se relacionen con gente y eventos reales”.
Pablo Iglesias y Marhuenda. “Es inaceptable, no respetan” dijo el director del diario La Razón, Paco Marhuenda, cuando le preguntaron, en un programa de televisión, por el videojuego Casta wars. El título, creado para dispositivos móviles, propone meterse en la piel del político Pablo Iglesias y disparar rayos láser con la mirada para fulminar a sus enemigos políticos y mediáticos. El periodista no se tomó la anécdota a broma, como si hizo su compañero, el director de Ok Diario, Eduardo Inda, pero rechazó iniciar acciones legales con una frase lapidaria: “que les den dos duros”. De eso se trata después de todo.
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