“La presión a las mujeres está en toda la sociedad”

Es difícil cuadrar un encuentro con Natalia Verbeke (Buenos Aires, 1975). La actriz compagina el rodaje de El caso. Crónica de sucesos, serie de TVE ambientada en el conocido semanario, con la grabación en Francia del que es su segundo largometraje en el país galo. Así que finalmente la conversación se produce por teléfono, mientras ella se dirige a plató. De un día a otro pasa de darle la réplica a Fernando Guillén Cuervo a ser una mujer luchadora de los años sesenta junto a Jean Reno en la película Mes trésors, de Pascal Bourdiaux.

Pregunta. ¿Cómo lleva esa dualidad?

Respuesta. Los personajes no tienen nada que ver, pero lo llevo bastante bien. Lo más complicado es el cambio de chip y de repente irte a Francia y ponerte a hablar en francés. También es un poco complicado llegar y empezar a grabar a 15 grados bajo cero en exteriores. Pero estoy disfrutando muchísimo.

P. Es su segunda película en Francia, donde Las chicas de la sexta planta (2010) tuvo un gran reconociendo [Carmen Maura ganó el César a mejor actriz de reparto]. Victoria Abril o Rossy de Palma también han tenido grandes éxitos en ese país. ¿El cine francés es un filón para las latinas?

R. Si hay un personaje que se corresponda a lo latino, claro. Pero si no, no. A no ser que seas bilingüe y pases por francesa.

P. ¿Cómo lleva el francés?

R. Siempre trabajo con un profesor para que se entienda perfectamente todo. Pero yo ya hablo francés.

P. En la serie de TVE interpreta a una médico forense. Pero poco se sabe de su otro papel. ¿Es secreto de sumario?

R. [ríe] Un poco sí. Es una chica que para la época, los años sesenta, es muy avanzada. Es una mujer luchadora con carácter, valiente, que se mueve en un mundo de hombres. Sin embargo, dentro de toda su modernidad, desea cumplir los sueños de poder casarse y tener hijos.

P. ¿Qué le parece que se haya abierto el debate en Hollywood sobre la brecha salarial entre actores y actrices?

R. Tendría que haber igualdad en ese sentido, no creo que un hombre tenga que ganar más por el simple hecho de su género. Aquí no lo sé… no puedo compararlo porque no sé lo que cobran mis compañeros. Allí los sueldos son abiertos, aquí nadie dice lo que gana. Siempre que se pida igualdad, está bien hecho.

P. ¿Cree que en la industria del cine y la televisión las mujeres tienen mayor presión respecto a su aspecto?

R. Esa presión está absolutamente en toda la sociedad. No creo que sea exclusivo de la industria de la interpretación. En cualquier profesión todo se orienta a buscar un estereotipo de mujer. Una que quiera trabajar en El Corte Inglés posiblemente tenga más opciones de que la contraten si tiene una talla 38 en vez de una 42.

P. ¿Qué le pediría al futuro Gobierno respecto al mundo de la cultura?

R. Me gustaría que, como en Francia [donde el IVA cultural es del 5%, y no del 21% como en España], se apoyara más nuestro cine, nuestros libros y el teatro. Porque la cultura es una parte fundamental del individuo, de su educación.

P. Se la ha visto en una recogida de alimentos organizada por el padre Ángel y en un concierto solidario por los refugiados celebrado por la Cruz Roja. ¿Es una actriz comprometida?

R. Siempre que puedo ayudar lo hago. Si con tu nombre puedes colaborar a que una iniciativa solidaria tenga más bombo, es una obligación hacerlo.

P. Hoy todo el mundo tiene una cámara en su móvil. ¿Se siente más espiada que nunca?

R. Soy tan pasota…. Es verdad que mucha gente te saca fotos sin avisar, lo que no entiendo muy bien porque no creo que nadie vaya a negarse a ello. Que no te pidan permiso no me parece muy educado, me hago fotos con todo el mundo. Pero la verdad es que no voy prestando mucha atención a si me las hacen o no.

P. ¿Cómo lleva verse en revistas?

R. Tampoco le presto mucha atención.

P. Pero, ¿qué le parece que ciertos medios consideren su vida privada de interés público?

R. Ellos tienen que hacer dinero, es su trabajo. Yo ya llevo muchos años saliendo en revistas, no sé por qué motivo. Tampoco le doy más importancia. Yo hago mi trabajo, que es de lo que he vivido siempre. Y en ese sentido mi vida no ha cambiado.