Blair a Clinton: “Echaré de menos a Diana de Gales”
La biblioteca del expresidente de EE UU ha hecho públicas las transcripciones de conversaciones entre el mandatario y su homólogo en Gran Bretaña
La biblioteca de Bill Clinton ha hecho públicas las transcripciones de conversaciones mantenidas entre el entonces presidente de Estados Unidos y Tony Blair, su homólogo en Gran Bretaña. Las conversaciones recogidas en un documento de 500 páginas han sido difundidas en respuesta a una petición que apela a la libertad de información. El diálogo comienza cuando Bill Clinton llama a Blair para felicitarle por su victoria en las elecciones de 1997 y termina cuando el estadounidense se prepara para dejar su puesto a George W Bush. Los líderes discuten asuntos políticos como el proceso de paz en Irlanda del norte o la situación en Irak, pero entran en terrenos más personales a medida que van conociéndose.
La muerte de Diana de Gales es uno de los momentos más emotivos de las conversaciones. Los políticos hablan un día después del accidente de la princesa en París, con el país aún conmocionado. Blair afirma que la conocía bien, la estimaba y la echará de menos. Muy afectado, describe su fallecimiento como “la caída de una estrella”. Clinton por su parte dice estar preocupado por los hijos de Lady Di. El político británico responde que ella era una como una roca para la estabilidad de los príncipes y que Guillermo, el mayor, es muy parecido a su madre: “Tiene los pies sobre la tierra. Se comporta igual que otros niños de su edad “, añade el exprimer ministro. La conversación sigue con Blair opinando que Lady Di representaba un problema para la monarquía por lo mucho que la quería el pueblo.
En las charlas de los dos políticos también hay un hueco para las anécdotas y el humor. Ambos hablan de películas como Salvar al soldado Ryan y Clinton se ofrece como canguro para los hijos de Blair cuando Cherie estaba a punto de dar a luz al al cuarto hijo de la pareja. El demócrata recuerda la ocasión en la que comió labios de alce con Boris Yeltsin, pero Blair corta de tajo la historieta sobre festines rusos para instar al presidente de EEUU a centrarse en asuntos más profesionales.
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