Cartuchos 300 AAC fabricados por Barnes Bullets en Mona, en el estado de Utah (EE UU).GEORGE FREY (REUTERS)Una máquina ensambla puntas de bala en unos cartuchos del calibre 308 en la fábrica Barnes Bullets en Mona, en el estado de Utah (EE UU).GEORGE FREY (REUTERS)Un trabajador manipula carcasas de munición en la fábrica Barnes Bullets en Mona, en el estado de Utah (EE UU).GEORGE FREY (REUTERS)Una máquina ensambla cartuchos 300 AAC Blackouts en una fábrica de munición en Mona, Utah (EE UU).GEORGE FREY (REUTERS)Un trabajador controla la calidad de las balas en una fábrica de Mona, en el estado de Utah (EE UU).GEORGE FREY (REUTERS)Un trabajador manipula las carcasas de munición en una fábrica en Mona, en el estado de Utah (EE UU).GEORGE FREY (REUTERS)Trabajadoras montan las cajas de munición con balas 300 AAC en una fábrica en Mona, en el estado de Utah (EE UU).GEORGE FREY (REUTERS)Una trabajadora monta una caja de munición Remington 300 AAC Blackout en una fábrica en Mona, en el estado de Utah (EE UU).GEORGE FREY (REUTERS)Cajas con munición del calibre 300 AAC en la fábrica Barnes Bullets en Mona, Utah (EE UU).GEORGE FREY (REUTERS)
