Subjetivamente

Personaje del año: Peggy, la peluquera de Fargo. 

Peggy Blomquist o Kirsten Dunst. O, lo que es lo mismo, la inquietante Lux Lisbon de Las vírgenes suicidas y el sereno rostro de Melancolía, de Lars Von Trier. ¿Qué hace una actriz con papelazos como esos en la televisión? Si la serie es Fargo, se entiende. En la segunda temporada los hermanos Coen convierten a Dunst en una rubicunda peluquera de Minnesota que desencadena una guerra de mafiosos épica a lo ancho de tres Estados. No se la pierdan. Llorarán cuando llegue su (shakespeariano) final. De pena. De que no quede ningún episodio más.

Pareja del año: Carrie y Saul, en Homeland.

Al terminar la tercera temporada de Homeland muchos nos juramos terminar ahí. ¡OMG!, los guionistas —atención, spoiler— acababan de cepillarse al protagonista sin posibilidad de marcha atrás. Picamos con la cuarta y llegamos al cielo con la quinta: con Carrie y Saul. Él, Mandy Patinkin: “Me llamo Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir”. El espadachín español de La princesa prometida, pasado por la CIA. Ella, Claire Danes, una antigua Julieta, reciclada en espía con trastorno bipolar. Carrie y Saul eran la pareja perfecta. Y sin tensión sexual.

Revelaciones del año: Wagner, Jaime y Gael.

Que tiemblen Jon Hamm, Benedict Cumberbatch y Liev Schreiber. Llegan Wagner Moura, Jaime Camil y Gael García Bernal.

Más de 30 años después del Luis Alfredo de Cristal, los galanes de allende los mares son las estrellas de las grandes producciones. Gael es el excéntrico director que seduce tanto a acaudaladas mecenas neoyorquinas como a las locas artistas europeas en Mozart in the Jungle. Wagner Moura es Pablo Escobar, el narco, muy pasado de kilos, despiadado y sanguinario, amante de su familia —y de una periodista piernilarga— que resulta tan irresistible como el músico de Gael o el engreído y adorable Rogelio de la Vega de Jaime Camil.

Los actores latinoamericanos ya eran estrellas mucho antes de Hollywood o los Globos de Oro. Hoy son, además, los reyes de la televisión.