Strauss-Kahn, padre de un niño de 5 años

La revista francesa del corazón Closer ha revelado que el exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn es padre de un niño de 5 años. El conocido como DSK, de 66 años, tuvo esta semana una cita ante los tribunales sobre la manutención del pequeño, al que según el semanario ya se le ha realizado un test de ADN.

El niño sería fruto de una relación del también político con una mujer de 45, que hace año y medio lanzó el proceso para que se reconociera la paternidad del exjefe del FMI, que esta semana estuvo representado en la audiencia por su abogado. Tras los resultados de las pruebas de ADN, la madre, según Closer, reclama una pensión de 8.000 euros mensuales a Strauss-Kahn, cifra sobre la que el tribunal se pronunciará a finales de enero.

Strauss-Kahn ya es padre de cuatro hijos de entre 42 y 20 años y hace cinco años todavía estaba oficialmente casado con la periodista Anne Sinclair. La pareja se separó en julio de 2012, un año después de que el exministro francés fuera acusado de agresión sexual por una empleada de un hotel de Nueva York, un escándalo por el que fue absuelto de todos los cargos criminales que pesaban contra él pero que le costó el puesto y una importante suma de dinero.

Strauss-Kahn fue sustituido al frente del FMI en julio de 2011 por su compatriota Christine Lagarde, de la que hoy se supo también que irá a juicio por su presunta "negligencia" en la gestión de fondos públicos tras la indemnización millonaria concedida por el Estado al empresario Bernard Tapie en 2007, cuando era ministra de Economía.

En marzo de este año se estrenó Welcome to New York, un relato novelado de lo que pudo haber ocurrido el 14 de mayo de 2011, en la suite 2806 del hotel Sofitel de Manhattan, entre Dominique Strauss-Kahn, entonces de 62 años y director general del FMI, y la limpiadora guineana Nafissatou Diallo, 30 años más joven. El estreno de la cinta en Estados Unidos estuvo envuelto en pólemica debido a que Wild Bunch Vincent Maraval, la compañía encargada de distribuirla, decidió recortar 15 minutos de la película para que pudiera ser de categoría R (apta para menores de 17 años bajo la supervisión de padre o un tutor adulto), una decisión qu el productor Abel Ferrara tachó de "censura". “Es una versión ilegal, las partes que quitaron cambian totalmente el contenido político de la película”, dijo a The New York Times.