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Tentaciones

Encuentra pareja o conviértete en bicho

En 'Langosta', el director griego Yorgos Lanthimos ('Canino') muestra un futuro oscuro para las relaciones sentimentales

Teniendo en cuenta lo extrañas que son sus películas Yorgos Lanthimos (Atenas, Grecia 1973) luce un aspecto la mar de normal. Durante la entrevista en Londres ríe con facilidad y tiene esa pinta de mediterráneo barbudo que resulta tan familiar. Pero de esa cabeza de apariencia corriente salen filmes que hurgan sin reparos en lo absurdo de la condición humana. En Canino la tomó con familia, en Alpes con nuestra relación con la muerte y en Langosta le toca el turno al las cosas del querer: si existe el amor verdadero y cómo de lejos estamos dispuestos a llegar por él. Obviamente no estamos hablando de una comedia romántica. Algunas escenas de Langosta son de una brutalidad que hacen debatirse entre la carcajada, el terror y el más puro malestar físico. Es alucinante lo que puede salir de esa fachada de vecino amable: ¨En la vida hay momentos maravillosos y otros oscuros, en los que te sientes solo y fracasado¨, contesta el cineasta “No veo el sentido de hablar sobre la parte feliz, porque no te lleva muy lejos. Es más interesante hacer preguntas sobre lo que funciona mal.¨

Langosta refleja un futuro próximo en el que se es ilegal no tener pareja. Los solteros, viudos o abandonados deben ingresar en un espeluznante hotel de lujo durante 45 días. Su misión es emparejarse, y si al final de su estancia no han encontrado a su media naranja serán transformados en un animal de su elección. El protagonista (un Colin Farrell con tripa) elige la langosta -de ahí el título- aduciendo que esos crustáceos viven 100 años, tienen sangre azul, nadan mucho y son fértiles toda su vida. Suena hasta razonable y todo, aunque otro soltero encarcelado le recuerda que probablemente acabará escaldado y servido de cena de un humano.

En ese universo distópico las parejas se juntan por arbitrariedades, como por ejemplo si son miopes o saben cantar. Algo que seguramente no le sonará tan raro a los usuarios de match.com. ¿Ha tenido Lanthimos, casado con la actriz y colaboradora habitual Ariane Labed (próximamente en Hamlet y Assassin´s Creed) alguna mala experiencia en Tinder? ¨La verdad es que no¨ responde “Escribí el guión con mi amigo y colaborador Efthymis Filippou y quisimos empezar en un nivel más elemental y profundo de interacción humana. No nos interesaba tratar un tema contemporáneo que se fechase enseguida”

"No veo el sentido de hablar sobre la parte feliz, es más interesante hacer preguntas sobre lo que funciona mal"

La película es su primer proyecto en habla inglesa y con actores conocidos. Además de Colin Farrel, participan varios de los intérpretes favoritos de Lanthimos como John C Reilly, Rachel Weisz, Lea Seydoux, Ben Wisham y Olivia Coleman. Esta también la primera vez que paga sueldos estándar a los actores. “No recibieron sus honorarios habituales” puntualiza “Sólo aceptaron trabajar los que estaban interesados en lo que hago”

Durante su trayectoria profesional el realizador ha tenido al suerte de encontrarse con gente dispuesta a trabajar por amor al arte. Sus primeras producciones se financiaron a los spots publicitarios que dirigía Lanthimos y a los préstamos de amigos. Canino con un presupuesto inicial de 250.000 euros, salió adelante gracias a largas cadenas de favores. El título traspasó las fronteras griegas, se alzó con el premio Un Certain Regard en Cannes y fue nominada al Oscar para la mejor película extranjera. Este éxito improbable hace de Lanthimos el santo patrón de los jóvenes cineastas. ¿Tiene algún consejo que dar a al realizador sin blanca? ¨Que en lugar de buscar dinero a la desesperada haga el cine que le guste”, afirma sin dudar “Que trabaje con quien esté dispuesto a ayudarle. Y que no cambie su proyecto para satisfacer a otros, porque entonces perderá su esencia, se esfumarán los motivos por los que quiso dedicarse al cine y producirá cosas genéricas. Si haces lo que quieres, en algún momento sucederá algo”

El director vive desde hace 4 años en Londres. Desde la capital británica observa la crisis griega confundido y perplejo: “Las opiniones de expertos son contradictorias entre sí, no entiendo muy bien lo que pasa. Nadie lo sabe. Lo único que queda claro es que se necesita una solución radical, diferente a las formulas del pasado” No sería muy descabellado pensar que el caos en su país natal podría inspirar una de sus crónicas negras de la condición humana. Por lo pronto, ya tendría fichado a uno de los protagonistas:” Un amigo me sugirió que Varoufakis sería un buen personaje y estoy totalmente de acuerdo. Lo que leo sobre él a veces me confirman que es un genio, y otras me dicen que estoy ante un pirado. Puede que sea los dos. Sólo por eso ya me resulta interesante¨.

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