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China impide la entrada a Miss Canadá

Anastasia Lin se queda en tierra en Hong Kong tras el largo culebrón que ha protagonizado con el Gobierno chino, que ha vetado su participación en Miss Mundo

Anastasia Lin, en el aeropuerto de Hong Kong.
Anastasia Lin, en el aeropuerto de Hong Kong.TYRONE SIU (REUTERS)

En pocos lugares resulta más fácil conseguir un visado para China que en Hong Kong. Además, la excolonia británica mantiene su estatus especial bajo el lema ‘un país, dos sistemas’, de forma que permite la entrada sin permiso previo a ciudadanos de multitud de países. Quizá por eso, a pesar de que era muy consciente de que el régimen comunista no quiere verla en su territorio, Anastasia Lin llegó el jueves por la mañana a la megalópolis de los rascacielos con la esperanza de que se obrara un milagro y pudiera participar en Miss Mundo. Pero no ha sido así. A la representante de Canadá, nacida en China, no le han concedido el visado. Y, sin él, la aerolínea Dragonair no le permitió embarcar en el vuelo a Sanya, la localidad tropical china en la que se va a celebrar la final del certamen de belleza.

Miss Canada Anastasia, en su casa de Toronto.
Miss Canada Anastasia, en su casa de Toronto.CHRIS HELGREN (REUTERS)

“Soy una ciudadana canadiense. Como tal, según estipula la propia legislación china, tengo derecho a recibir un visado a mi llegada en Sanya. Porque -la isla de- Hainan es un lugar especial, turístico, que tiene una política de entrada diferente”, expuso la miss frente a la prensa de Hong Kong en la zona de llegadas del aeropuerto. Sin embargo, cuando le permitieron hablar con uno de los responsables de Inmigración de Hainan y pronunció su nombre chino -Lin Yefan-, le comunicó que ella no podía acogerse a ese visado. No le explicaron la razón, pero es de sobra sabida: Lin ha hablado abiertamente en multitud de ocasiones sobre la violación de los derechos humanos en China y es seguidora de Falung Gong, que, a pesar de ser considerado un movimiento espiritual por la mayoría de organismos internacionales que lo han estudiado, es tachado por el Partido Comunista de secta y, por lo tanto, está prohibido en el país.

“Lo que más me entristece es que este país tan poderoso no se atreva a acoger a una joven de 25 años. Esto demuestra la falta de seguridad de China. ¿No tienen confianza en su autoridad?”, preguntó ella desafiante. “Soy solo una estudiante de Interpretación y una participante en un concurso de belleza. ¿De qué pueden tener miedo?”, añadió en declaraciones al diario The New York Times. En Twitter remachó la idea utilizando la etiqueta #AfraidOfABeautyQueen (aterrados de una reina de la belleza) en el mensaje con el que dio a conocer el veto de China. La Embajada del país asiático en Ottawa, no obstante, respondió con un breve comunicado: “China da la bienvenida a todas las actividades legales organizadas en China por organizaciones internacionales, incluida Miss Mundo. Pero China no permite la entrada de ninguna persona non grata”.

Lin tuvo que buscar en el diccionario el significado de ese término, pero ahora ya le ha quedado claro. Después de varios meses de tenso culebrón con las autoridades chinas, estas han salido victoriosas. Porque, como sucedió hace unos días en otro certamen de belleza, Miss Earth, ni siquiera los organizadores de Miss Mundo han salido en su defensa. Lin asegura que se han limitado a ofrecerle participar en la final de la edición del año que viene. Y los internautas chinos tampoco han mostrado ninguna simpatía hacia la joven. “¿Por qué debemos permitir que alguien que profesa un culto prohibido y muestra su rechazo hacia nuestro país entre en China?”, preguntaba en Weibo, el Twitter chino, un usuario llamado en Feng Hailong.

“Soy la representante legítima de Canadá. Si mi legitimidad depende del criterio discriminatorio del país anfitrión, ¿qué pasa? ¿Quiere eso decir que todos los atletas que quieran competir en los Juegos Olímpicos -de invierno- tienen que autocensurarse de aquí a 2022 -año en el que se celebrarán en Pekín-?”, volvió a preguntar en el aeropuerto, visiblemente contrariada. El suyo, sin duda, es un buen ejemplo de lo que puede suceder si no lo hacen.

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