Najwa Nimri: “Trabajo hasta que me sangran los ojos”
La actriz y cantante no para. Una serie de televisión, dos películas, un disco a punto de publicarse... y, además, ha recuperado su proyecto de música con Carlos Jean
Najwa Nimri (Pamplona, 1972), que debutó en el cine siendo una chavala, se ha hecho un rostro aún más familiar gracias a su papel de mala malísima en la exitosa serie Vis a vis (Antena 3), por el que ha ganado un premio Ondas, pero además ahora anda metida en dos películas. Estos días también ha recuperado su proyecto de música electrónica Najwajean, junto a Carlos Jean. El 27 de noviembre se espera la salida de su nuevo disco, Bonzo.
Pregunta. Interpreta al mal en estado puro en Vis a vis. ¿Cómo sienta?
Respuesta. Desgasta mucho, pero al final de toda la oscuridad tiene que haber un sitio que en el imaginario es un poco luminoso. Pero es agotador (risas). Es agotador tener que transformarse en algo que no soy.
P. No hay mucho de usted por tanto en el personaje de Zulema.
R. Compongo una cosa que es gracias a los directores. Por tanto, hay mucho de ciencia ficción. Es casi real pero no lo es.
P. ¿Tiene alguna mala favorita de la televisión?
R. Mis favoritos de la televisión siempre han sido malos. Pero no me he inspirando en nadie. Pero quien me dejó enamorada a mí y a medio mundo fue el protagonista de Breaking Bad, Walter White. De hecho, en Twitter han hecho muchas composiciones con él y conmigo porque ambos llevamos un mono amarillo.
P. Debuta en una serie y con éxito. ¿Se imaginaba que lo haría con un papel así?
R. Nunca me he visto muy dulce pero no me hubiera imaginado en un papel como este ni en el mejor de mis sueños. Además, tenía muchas ganas de hacer televisión.
P. La verdad es que tampoco se le ha visto de papel de mujer sencilla...
R. Cierto. Mis inicios en el cine fueron con una mujer rapada con pistola en Salto al vacío. En Abre los ojos una mujer que se suicidaba con un coche. En El método una ejecutiva despiadada. Tal vez lo más normal ha sido con Icíar Bollaín en Mataharis, que sin duda ha sido el papel que más me ha costado trabajar. Los papeles que elijo tienen que ver con algo más inaccesible que me gusta imaginar. En mi vida me encantaría ser alguien más misteriosa porque no soy tan interesante (risas).
P. Aparte de la televisión, este año ha vuelto a recuperar Najwajean con Carlos Jean. ¿Se siente más cómoda como actriz o como cantante?
R. No lo sé. Para mí es inevitable combinar. Y volver con Carlos era natural porque es la persona con la que llevo más tiempo y quería un sonido más bakalaero, al igual que él. Los dos trabajamos mucho, con muchos proyectos, y tenía que ser una persona que se comprometiera como yo en el proyecto. Los dos somos unos currantes y trabajamos hasta que nos sangran los ojos. Hemos encontrado un término medio entre el baile de ahora y el concepto de canción.
P. ¿Cuánto ha llovido desde entonces, musicalmente hablando?
R. La electrónica se ha abierto camino. Antes parecía un aderezo para gente que hacía canciones pop y le ponían envoltorios más modernos. Ahora se está empezando a entender como una forma de componer, que tiene que ver con la soledad de la persona frente a la máquina y con la manera en que vivimos.
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