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La violencia es un recuerdo en la zona más castigada por ETA

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Siempre evitó tocar "el tema". Tan solo una vez se sinceró y le pidió que dejara la política: "Al final te van a pegar un tiro y yo me voy a quedar huérfano. ¿Por qué no te sales de todo eso?", cuenta Manuel, nombre ficticio, que quiere preservar su identidad. Entonces era un crío, pero ahora es un hombre de mirada templada, que esboza una sonrisa seria al recordar que, como a todos los hijos de ediles amenazados por ETA, la vida le puso "algunos obstáculos". "Me mantenía al margen, o lo intentaba", comenta.

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