Michelle ‘ma belle’
Si uno pudiera elegir mejores amigas entre los famosos sin ninguna duda elegiría a Michelle. Es graciosa, natural, inteligente…
Déjenme que hoy me dé un gustazo. Pensaba escribir sobre las modelos que desfilan con cara de amargadas, pero no. Me aburro solo de imaginarlo, así que figúrense lo que podría salir. Hoy estoy con un ataque de seguridad en mí misma que ya quisiera para sí Donald Trump, por lo tanto paso de todo, y voy a elogiar sin pudor a mi ídola: Michelle. No la de los Beatles, si no la única y otra Michelle. Obama, of course.
Estarán ustedes de lunes, pos-Diada y pospaella familiar, y me dirán: ¿Michelle? ¡Si vamos a tener a Michelle hasta en las sobras del gazpacho! Que si cumpleaños feliz con la reina Letizia, que si duelo de estilo, que si cómplices y compartiendo confidencias. Ya. Nosotros, los periodistas, somos así. Nos repetimos más que el susodicho gazpacho.
Pues permítanme que hoy saque mi ingenuo corazoncito de fan. Michelle Obama me parece sensacional. En serio. Si uno pudiera elegir mejores amigas entre los famosos, sin ninguna duda elegiría a Michelle. Es graciosa, natural, inteligente…nada de — pongan voz repipi— “soy abogada y ganaba más que Barack; renuncio ahora, pero ya me tocará”.
Sería genial ser amiga de Michelle. En cuanto Obama se largara a jugar al golf podríamos hacer vídeos cachondos con el móvil persiguiendo a Bo (el perro, no piensen mal). Y hasta un programa con su amigo Jimmy Fallon desde la Casa Blanca — justo este viernes estuvo Donald Trump; como diría Jimmy, “¡Ew!”—. Lo pasaríamos bien, Michelle y yo.
Una pregunta. ¿En vez de Hillary no podría presentarse Michelle?
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