Bichos asesinos: la temible mamba negra
La serpiente africana puede superar los cuatro metros y medio de largo y es extraordinariamente rápida
Los australianos presumen de tener la bicha más venenosa de la galaxia, la temible serpiente taipán (género Oxyuranus), pero da mucho más miedo la mamba negra (Dendroaspis polylepis): una criatura veloz, inquieta y letalmente venenosa que cuando se siente amenazada puede resultar muy agresiva. Los mitos africanos exageran sus poderes hasta proporciones de leyenda.
Al irritarse, la mamba negra, que no es negra sino de un gris oliváceo, adopta una postura intimidante, hinchando el cuello y abriendo mucho la boca, de un intenso color negro (de ahí el nombre), mientras alza la cabeza hasta mirarte directamente a los ojos. Después lanza una ráfaga de mordiscos en los que puede llegar a inocular hasta cien miligramos de jarabe neurotóxico: ¡una pesadilla!
Además de la mamba negra, en las selvas africanas viven tres especies de mambas verdes, serpientes arborícolas que cuelgan de las ramas y se confunden tanto con el follaje que no las ves hasta que se te han pegado a la cara.
Descripción: es la serpiente más temida de África, y no es para menos: puede superar los cuatro metros y medio de largo, y tiene fama de ser extraordinariamente rápida (con la parte delantera de su cuerpo erguida, alcanza los veinticinco kilómetros por hora). Su boca es de un intenso color negro y con forma de ataúd.
Nombre científico: Dendroaspis polylepis.
Tipo de veneno: neurotóxico.
Casos mortales: su veneno, desproporcionadamente potente para el tamaño de las presas que caza (diez miligramos son suficientes para matar a un hombre), también contiene enzimas que disuelven los tejidos y les permiten digerirlas en pocas horas. Sin antídoto, la mortalidad de la mamba negra es del ciento por ciento. Cien mil personas mueren cada año en el mundo por picaduras de serpiente, treinta mil de ellas en África.
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.