¡Pero si este actor es mucho más viejo que su personaje!
Puede que todos intentemos quitarnos años de encima… Pero a estos intérpretes se les fue la pinza al pensar que podían interpretar roles mucho más jóvenes
La obsesión por la eterna juventud es un tema demasiado manido como para ponerse aquí y ahora a hablar sobre él. Pero si sale a colación es porque, al fin y al cabo, de eso es precisamente de lo que se ríe Wet Hot American Summer: First Day of Camp, la miniserie de Netflix que ha venido a rizar el rizo de la peli de culto Wet Hot American Summer.
Estrenado en 2001, aquel film cogía a todo un grupo de actores en sus 30 y los ponía a interpretar a monitores de un summer camp que estaban más bien en edad de posturear en el instituto. La película de David Wain no tuvo un éxito masivo, pero no tardó en caerle la etiqueta “de culto” probablemente por esa sanísima capacidad de reírse de la manía de la industria audiovisual de intentar hacernos creer que los actores maduros pueden y deben interpretar a niñas premenstruales.
Wet Hot American Summer: First Day of Camp lleva más allá todavía este espíritu de chanza al coger a los mismos actores (Bradley Cooper, Amy Poehler, Paul Rudd, Janeane Garofalo…) casi quince años más viejos para que interpreten a los mismos personajes ¡en la precuela del film original! Un locurón que debería estar en la lista de visionados imprescindibles de cualquiera con dos dedos de frente y que, a la vez, sirve para obligarnos a preguntar: ¿en qué pelis y series nos la metieron doblada esos actores obsesionados con parecer más jóvenes de lo que en verdad son?
AL SALIR DE CLASE. De entre todas las series de producción patria que nos han intentado vender gato (viejo) por liebre (joven), “Alsa” es el ejemplo más bestia. Una de las imágenes más bochornosas de la televisión noventera española siempre será Raquel Meroño abrazando su carpeta con pegatinas a través de los pasillos del instituto con cara de “Holi, no tengo ni pajolera idea de cómo me han escogido para este papel pero aquí estoy”.
SENSACIÓN DE VIVIR. Teniendo en cuenta que “Sensa” fue role model absoluto para muchos de los cachorros de los 90, no es de extrañar que sus actores vivieran una pequeña gran obsesión por la eterna juventud. La mayor parte de las actrices rondaban los 20 cuando empezaron a interpretar a personajes en el instituto. Lo de los chicos ya es harina de otro costal: Brandon (Jason Priestley) tenía 21 al inicio de la serie, Dylan (Luke Perry) tenía 24 y Steve (Ian Ziering) tenía 26… Aun así, nada supera a Andrea (Gabrielle Carteris), que a sus 30 años le dijeron “harás de empollona para ver si así disimulas que eres mayor”.
GREASE. ¿Qué resultaba más inverosímil, ver a John Tavolta haciendo de empotrador heterosexual o de pipiolo de instituto cuando en verdad tenía 25 años? Sí, era más creíble lo de la edad. Evidentemente. Aun así, es normal que Travolta se viera joven, teniendo en cuenta que le tocó compartir casting con dos señoras como Sandy Oh Sandy / Olivia Newton John (que tenía 30 años por aquel entonces) y Rizzo / Stockard Channing (¡que tenía 34!).
YENTL. Lo de Barbra Streisand en Yentl es, más que probablemente, uno de los expedientes X más chungos de la historia. Porque podemos pasar por alto que alguien de casi 30 interprete a alguien de casi 20, pero el personaje de Yentl tenía 17 años y la Streisand lo hizo totalmente verosímil a sus 41 primaveras. Lo peor de todo es que esta mujer no envejece, sigue teniendo piel de estatua de cera y podría colarnos perfectamente a Yentl a día de hoy, a sus 73 añazos.
DIRTY DANCING. “¿Jennifer?”, “C’est moi”, “Mira, soy tu agente, te llamo porque te ofrecen un papel de una niña de 17 años”, “Pa mí”, “¿Aunque tengas 27 años?”, “Que sí, que pa mí”, “¿Aunque el personaje se llame Baby?”, “Ahora más todavía”… Si interpretar a alguien diez años más joven no te da vergüenza, Jennifer Grey, ponerte en la piel de alguien que se llame Baby cuando la te cuelga el pavo en la entrepierna sí que debería.
TWIN PEAKS. Es de suponer que, a día de hoy, el casting femenino ‘adolescente’ de “Twin Peaks” está retozando con el elenco masculino de “Sensa” en el mismo geriátrico, porque sus edades no cuadraban para nada: Donna / Lara Flynn Boyle era la más sensata y sólo tenía 20 años cuando interpretó a una adolescente atontolinada en el instituto, Laura Palmer / Sheryl Lee podía colar a sus 23 por eso de hacerse la muerta, pero lo que no tiene perdón de Dios es lo de Audrey / Sheryl Fenn. Y no porque tuviera 25 años, sino porque es que tenía cara de haberse cepillado a todo el condado entero. Y para eso necesitas un par de décadas más.
DESAYUNO CON DIAMANTES. Puede que Audrey Hepburn alcanzara el estatus de icono estético con su personaje de Holly Golightly. Pero, por favor, pongamos las cosas en perspectiva: Holly debería haber sido una niña de 18 años, mientras que Audrey era una ídola de 32. Eso sí, Hepburn dio el pego al convertir a la Golightly en una de esas adolescentes del sur de España que se visten como si fueran señoras pijas en la cuarentena. Echémosle la culpa de este viejunismo al oficio del personaje, que (por si no te acuerdas) es el más viejo del mundo.
CLUELESS. ¿Sabes esos memes en los que hay un conejo en medio de una camada de gatos y en los que pone “Day 43. They still don’t know I’m a rabbit”? Pues eso mismo debía sentir Dionne / Stacey Dash al lado de Cher / Alicia Silverstone y su cohorte: todas rondaban los 19 cuando ella tenía 28. Lo mejor de todo es que la actriz siguió interpretando a adolescentes hasta que cumplió 33. Entonces se hizo la digna, dijo “hasta aquí hemos llegado”… y se desvaneció en el olvido más absoluto. Como lágrimas en la lluvia.
SENTIDO Y SENSIBILIDAD. Interpretar a personajes de época te da ciertas libertades: el vestuario es viejuno, el lenguaje es viejuno, el atrezzo es viejuno… Así que meter a una actriz viejuna no debería cantar. A no ser que seas Emma Thompson, tengas 36 añazos y decidas que puedes interpretar perfectamente a Elinor Dashwood, el icónico personaje de Jane Austen que sobre el papel sólo ha cumplido 19 primaveras.
HARRY POTTER. Ahí estábamos todos, cacareando y cotorreando sobre la canteada de que los niños de la saga “Harry Potter” se iban a hacer viejos antes de que acabaran de rodarse las películas… Y, mientras todos mirábamos hacia otro lado, los responsables del casting cogieron a una actriz de 37 años, Shirley Henderson, para interpretar a Myrtel La Llorona, que era un fantasma de 11 añitos. ¿Hola, qué tal?
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